El fuego da un segundo respiro a Castilla y león

D. Núñez
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El número de incendios baja un 40% respecto a la media de los 10 últimos años y ha registrado una disminución de hectáreas quemadas: un 80% menos de forestales y un 85% menos de arboladas

El fuego da un segundo respiro a Castilla y león - Foto: Peio García ICAL

Es el segundo verano sin grandes fuegos. Nada tienen que ver los incendios que se han registrado desde junio en Castilla y León con los que sufrió la Comunidad en época estival en el año 2022. El fuego da un nuevo respiro a esta tierra, ya que el verano de 2023 también fue mucho menos lesivo que hace dos, cuando solo en los incendios de Losacio y la Sierra de la Culebra salieron ardiendo 60.000 hectáreas de terreno. El verano terminó y se ha mantenido sin grandes fuegos, siendo el que más hectáreas ha calcinado el de Astorga en León, en concreto, el que comenzó en Castrillo de los Polvazares, que arrasó una superficie de 751,59 hectáreas.

Se ha reducido tanto el número de incendios como el las hectáreas de terreno que se ha quemado respecto a la media de los últimos diez años en unos porcentajes notables. En concreto, la Consejería de Medio Ambiente subraya que de enero a agosto se han producido 156 incendios forestales. Esto significa una disminución del número de fuegos de un 42 por ciento respecto a la media de la última década. En cuanto a los fuegos de menos de una hectárea, que se consideran conatos, son 502. La mayoría de ellos, ya sean incendios o conatos, se produce en verano. En concreto, entre junio y agosto se contabilizaron 116 incendios y 345 conatos, esto es, un 74,4 por ciento y un 68,7 por ciento del total de 2024 respectivamente.

En cuanto a la superficie quemada, Medio Ambiente especifica que la media del decenio hasta el 31 de agosto es de 17.311 hectáreas forestales, de las que 6.152 eran arboladas. Este año se han quemado 3.182 hectáreas forestales de las cuáles 917 eran arboladas. Por ello, se ha registrado una reducción del 82 por ciento de hectáreas forestales calcinadas y del 85 por ciento de hectáreas arboladas quemadas. Y solo en los meses de verano, de junio a agosto, se han calcinado 2.117 hectáreas de superficie forestal (un 66,5 por ciento del total de este año), siendo 876 hectáreas arboladas (un 95,5 por ciento de este 2024).

El fuego que más hectáreas ha quemado este verano y que más efectivos tuvo que destinar la Junta de Castilla y León para combatirlo con mayor celeridad fue el producido en Astorga en León. Ardieron 751 hectáreas, que quedan lejos de las 35.000 que arrasó el fuego en Losacio. Y es que el incendio de Astorga, el más grande del verano de este año, quemó un 98 por ciento menos de hectáreas que el de Losacio, donde también se perdieron cuatro vidas, hubo medio centenar de heridos y 10.000 desalojados. De ahí que Castilla y León pueda volver a respirar con alivio tras el paso de los peores meses para los fuegos forestales.

Más detalles

La Consejería también explica que este año ha habido varios incendios con «un gran potencial» por encontrarse en grandes masas arboladas y que han motivado la declaración de nivel 1 o 2 de Infocal. En concreto, se han registrado un total de 15 de este tipo hasta el mes de agosto y otros cinco de nivel 1 en septiembre. Aunque ninguno con la voracidad que arrasó la provincia de Zamora hace dos años con los fuegos de Losacio y la Sierra de la Culebra. Por provincias, Medio Ambiente señala que son Ávila y León las áreas que han tenido fuegos con mayor potencial de convertirse en grandes incendios.

Septiembre «es  un mes complicado» si no llueve en agosto

Desde la Consejería de Medio Ambiente se aseguró que septiembre «es un mes complicado». Las horas de sol se van reduciendo, así como las temperaturas. Pero no es suficiente. Medio Ambiente especifica que es necesario que llueva a finales de agosto, porque en caso contrario, se incrementa la sequía y «el riesgo de grandes incendios aumenta». Apunta a que «todo depende de las condiciones meteorológicas del mes». Y aunque llovió algo en agosto, lo hizo de forma muy heterogénea en la Comunidad. De hecho, se han registrado cinco incendios  de nivel 1.  En los últimos años se está registrando un aumento de la temperatura en septiembre. Cada vez es más caluroso y «aumenta el riesgo de incendio», subraya la Consejería.