Vox amortiza a García-Gallardo en 24 horas y ya ni le nombra

SPC
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Varios cargos nacionales dan la espalda al expolítico y niegan una crisis por la dimisión del exvicepresidente: «Salvo Abascal, los demás somos prescindibles»

Santiago Abascal y Juan García Gallardo, tras conocerse los resultados de las Elecciones Generales del 2023. - Foto: Ical

Vox quiere cerrar cuanto antes la crisis abierta en Castilla y León tras la dimisión de Juan García-Gallardo y la expulsión de los dos procuradores rebeldes, y lo hace tirando de brocha gorda: directamente ya no se pronuncia el nombre del burgalés. «El proyecto trasciende a las personas» fue el mantra utilizado este martes por los diferentes cargos nacionales de la formación de Santiago Abascal –que sigue sin pronunciarse sobre la salida del que fuera su primer cargo público con responsabilidad autonómica–. El otro fue que «salvo Abascal, todos los demás somos prescindibles», muy similar al utilizado a última hora de este lunes cuando el Grupo Parlamentario de Vox y su nuevo portavoz, David Hierro, salieron a dar explicaciones sobre lo ocurrido. Una crisis territorial abierta en el seno de una formación netamente vertical y sin estructuras autonómicas que se abre en los prolegómenos de la gran cumbre de Patriotas, formación que integra a los partidos políticos del grupo homónimo del Parlamento Europeo, que se celebra en Madrid este fin de semana y en la que Santiago Abascal será el anfitrión de Viktor Orban o Marine Le Pen.

La portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, Pepa Millán, sin mencionar en ningún momento a García-Gallardo, insistió ayer en soslayar la inesperada salida del dirigente de la formación en Castilla y León y en recalcar que el partido está por encima de cualquiera. Preguntada por si el partido hace algún tipo de autocrítica por la marcha del que fuera su candidato a la Presidencia de la Junta y posteriormente vicepresidente autonómico, se limitó a contestar que «en ningún ámbito de la vida es buena la autosatisfacción y la crítica siempre debe estar». Millán pasó por alto cualquier discrepancia y se centró en insistir en que Vox es un partido que se ha consolidado con un electorado «muy fiel» debido en gran parte a su fidelidad a unos principios y un programa electoral y a que «no tiene apego a unos sillones».

En la misma línea se pronunció el portavoz de Vox en el Parlamento andaluz, Manuel Gavira, que negó que exista una crisis en el partido y reiteró que, salvo Santiago Abascal, todos los demás son «prescindibles». «Cada vez que alguien con un peso específico en Vox da un paso al lado, ya nos está matando todo el mundo», ironizó Gavira, quien reconoció que le «ha pillado por sorpresa» la dimisión de García-Gallardo. Joan Garriga, portavoz de Vox en Cataluña, hizo lo propio y sostuvo que no entiende las críticas a la dirección del partido del ya expolítico burgalés.

«Algo pasa en Vox»

También se pronunció ayer sobre la crisis de Vox el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que aseguró que tras lo ocurrido en Castilla y León es «evidente» que hay personas que no están de acuerdo en «cómo se dirige y se manda» en ese partido que preside Santiago Abascal. Frente a esto, recalcó que el PP es la «única posibilidad» para que finalice la «era Sánchez». Feijóo expuso que lo que ocurre en Vox no es su «principal preocupación», pero admitió que está «siguiendo las distintas renuncias de personajes importantes» de ese partido.