La sala Blanca del Ayuntamiento ha sido el escenario de la entrega de distinciones a los nuevos "majos" y "majas" de Segovia, ciudadanos que se han empadronado en Segovia a lo largo del último año, pero también del reconocimiento a las personas centenarias de la ciudad, un "simpático" y "entrañable" acto enmarcado en la festividad de San Frutos, patrón de Segovia.

El alcalde de Segovia, José Mazarías, acompañado por el concejal de Cultura, Juan Carlos Monroy, y el de Festejos patronales, Gabriel Cobos, ha sido el encargado de entregar estos reconocimientos, aunque el primero de ellos, a Ángela Gómez Aparicio, una mujer de 108 años, nacida en el barrio de San Millán y maestra de escuela en su día, se lo ha entregado en su propio domicilio.

Sí se ha podido acercar hasta el consistorio a recoger esta distinción María Concepción Díez García, de 100 años, y también del barrio de San Millán. El regidor segoviano ha indicado que ambas son "testigos vivos de la historia de Segovia" y las ha puesto como ejemplo de valentía, superación y experiencia.

Tras ella, en un acto repleto de emotividad, el alcalde y los concejales han ido llamando a los 34 "nuevos segovianos" que han acudido hasta la casa consistorial para recibir esta distinción en forma de escarapela, junto a un diploma que les acredita como "majos" y "majas", un localismo muy común en el habla de los segovianos.

Entre los distinguidos se encontraban personas de todas las edades, varias familias, y diferentes lugares de origen de los nuevos empadronados, como Argentina o Francia, además de nacidos en distintos puntos de España que, por diversos motivos, forman ya parte del padrón de Segovia.

José Mazarías ha agradecido a todos su participación en esta iniciativa y ha indicado que "es muy importante para Segovia cada persona que se empadrona y un orgullo comprobar cómo la gente decide quedarse a vivir en nuestra ciudad".