Javier Sanz afronta su primera legislatura al frente del Ayuntamiento de Armuña, una localidad ubicada en la Campiña Segoviana que según el Instituto Nacional de Estadística cerraba el año 2024 con un total de 241 habitantes censados. Armuña, que es capital del municipio, cuenta con la entidad local menor de Carbonero de Ahusín. 

¿Qué le ha animado a presentarse como alcalde de la localidad? 

Nuestro equipo de Gobierno está formado por gente que somos del pueblo, nos gusta el pueblo y que nos sentimos en la obligación moral de contribuir a la vida aquí y que así haya relevo generacional en todo, también en el Ayuntamiento. Esto es lo que nos motivó a un grupo de jóvenes a intentar este proyecto. 

¿Qué es lo mejor de ser alcalde? ¿Y lo peor?

Es un cúmulo de sensaciones agridulces. Hay muchas cosas, como el llevarte problemas a casa, que te generan disgustos, pero el balance es siempre positivo. Por cada disgusto hay un montón de satisfacciones. 

¿Cómo afronta esta legislatura?

Lo que queda lo afronto casi con la misma fuerza e ilusión con la que entré. Más si cabe viendo que muchos de los proyectos ya están encarrilados, que otros se están poniendo en marcha y que ya estamos preparando los siguientes. 

¿Cuáles son los principales proyectos de la legislatura para Armuña?

Actualmente estamos enfrascados en la reforma de la plaza del pueblo, la cual databa de los años 70 y se encontraba muy deteriorada. Por ello, estamos realizando una reforma de arriba a abajo con la ayuda económica de la Diputación de Segovia y de la Junta de Castilla y León. Además, tenemos otras obras en mente, desde la pavimentación de calles o la adecuación de infraestructuras hasta la intervención arqueológica y la promoción de la ciudad celtíbera del Cerro de Tormejón.  

Cualquier persona nueva que entre en un Ayuntamiento entra con ideas de cambio, aunque también con intención de seguir líneas continuistas de cosas que se hacían anteriormente, que en este caso se hacían muchas cosas buenas. Pero en los pueblos pequeños como este esas ideas se basan en la gestión y en los recursos disponibles en cada momento. Estas administraciones tenemos recursos muy limitados y hay muchos proyectos que hay que adaptarlos o retrasarlos. 

¿Han aprobado los presupuestos de 2025?

Sí, en el mes de diciembre con una cantidad que asciende a 304.000 euros. 

¿Dónde irán destinadas las principales partidas?

Este año irán destinadas a pavimentaciones de las calles, al arreglo de la plaza y al mantenimiento de infraestructuras así como al personal; estas son las que más inversión necesitan, pero también hay partidas que no hay que dejar de lado como es el caso de las fiestas, las actividades culturales o las excavaciones. 

¿Hay algún proyecto pendiente de otras legislaturas?

Algo muy bueno que nos dejó el anterior equipo de Gobierno fue la renovación de las redes de abastecimiento. Actualmente están prácticamente renovadas en su totalidad, pero aún quedan algunos puntos que tenemos que seguir tocando, renovando y actualizando.

¿Qué balance hace de 2024?

El balance es francamente positivo. Al ser nuestro primer año ha sido un año de poner en marcha nuevos proyectos, de la preparación, diseño, inicio de obras, el poner al día toda la parte de comunicación como la web, los perfiles en redes sociales o la digitalización de archivos, pero estoy contento y creo que la gente por lo general está satisfecha con la gestión y el trabajo realizado, y con ese cariño de la gente es con lo que nos quedamos.

¿Qué necesidades ve a día de hoy en la localidad?

Las necesidades son las mismas imagino que en todos los pueblos. La gente necesita bares y lugares en los que encontrarse y reunirse, además de que necesitamos mantener unos estándares mínimos de calidad en lo que se refiere a sanidad o transporte, ya que es cierto que en Armuña al estar lejos de alguna carretera principal es limitado. Además, se suma la falta muchas veces de recursos económicos para poder llevar a cabo algún proyecto. 

¿Qué medidas se llevan a cabo desde el Ayuntamiento para evitar la despoblación?

Los ayuntamientos pequeños tenemos poco margen de actuación en este ámbito. Ahora, por ejemplo, acabamos de firmar un convenio con la Junta de Castilla y León para rehabilitar una vivienda, que era la antigua casa de la maestra, con la intención de alquilarla y atraer población nueva ya que sí que hay gente que quiere vivir en los pueblos. Esta es la primera vivienda en este régimen y por el momento la única. 

¿Hay constancia de que haya gente interesada en ir a vivir a Armuña?

Sí. Nos llegan consultas de gente de fuera que quiere vivir aquí, ya que Armuña se encuentra muy cerca de Segovia, e incluso en el registro público de demandantes de vivienda hay gente joven interesada. 

Uno de los atractivos de Armuña es el yacimiento del Cerro Tormejón en el que ya se han llevado a cabo varias campañas arqueológicas. ¿Qué planes hay a futuro?

Las campañas han dado muchos resultados y hallazgos, entre ellos la  muralla vaccea que todo desvela que sea la más grande y mejor conservada del territorio y probablemente del mundo. 

Pero es cierto que llevamos excavando a costa del Ayuntamiento desde el año 2019 y actualmente nos estamos centrando en destapar la muralla celtíbera con la intención de seguir interviniendo, este año con la cofinanciación tanto de la Diputación como de la Junta. La idea además es presentar el proyecto a los Fondos Europeos a través de Aidescom, el grupo de acción local de la Campiña con el objetivo de consolidar el proyecto y musealizar los restos de cara a los próximos años.