Según la Real Academia Española,  impasse significa 'situación de difícil o imposible resolución o en la que no se produce ningún avance', y este es el término con el que el grupo segoviano Free Folk ha titulado su tercer disco. «El proceso de grabación de este disco ha sido demasiado largo, y el propio título lo dice. Ha sido un proceso largo en el que han acontecido muchas circunstancias, entre ellas la pandemia sanitaria por la Covid-19», revela Fernando Ortiz, uno de los integrantes del grupo. A él, encargado del violín, se suman otros siete componentes: Cristina Ortiz a la flauta travesera, Beatriz Pérez al requinto, José Luis Moradillo al bombardino, Jaime Carreras a la trompa, Antonio Barrio al bajo, Elu Moreno a la guitarra y Geni Uñón a la batería.

El grupo nace en el año 2000 en el seno del Conservatorio Profesional de Música de Segovia, cuando ocho estudiantes de entre 15 y 18 años deciden unirse para interpretar música tradicional de su tierra desde una nueva perspectiva. «Siempre estuvimos muy interesados por el folklore de nuestra provincia y por el folklore castellano. Además tuvimos la influencia directa del Nuevo Mester de Juglaría, ya que uno de sus componentes, Fernando Ortiz, fue el que ayudó al grupo haciendo los primeros arreglos de las primeras piezas. Entonces, con esa intención de querer difundir la música de nuestra tierra nace la formación,  aprovechando también el conocimiento y los años de conservatorio con los instrumentos que cada uno de los componentes estaba estudiando en ese momento», añade.

Aunque antes de ser grupo, ya eran amigos. «Nos conocemos de toda la vida. Coincidimos en el Conservatorio y hoy en día nos seguimos viendo tanto como para los ensayos y conciertos como para tomar algo. Nos hemos visto crecer y hemos compartido muchas cosas juntos. En cuanto a nivel musical, nos gusta mucho por un lado divertirnos con Free Folk como hacer disfrutar a la gente. Nos gusta recorrer la provincia y otros territorios dando a conocer nuestro repertorio y nos satisface poder contribuir de algún modo en la labor divulgativa que tanto caracteriza a la música tradicional porque los conciertos que damos, además de tener un carácter lúdico, también tienen esa intención de dar un toque divulgativo y explicar las melodías que hacemos».

El nombre, 'Free Folk', literalmente se traduce como 'pueblo libre'. «Hace referencia a esa intención del grupo de hacer música tradicional, pero desde una nueva perspectiva respetando siempre las melodías tradicionales que se emplean pero con un toque más fresco basado principalmente en la instrumentación, porque en el grupo hay instrumentos que son difíciles de ver en grupos de música tradicional castellana como puede ser la mezcla de una trompa, un bombardino y un clarinete, que había en un primer momento». Desde entonces, han ido evolucionando trabajando en torno al cancionero de Agapito Marazuela y adentrándose poco a poco en el repertorio de cantados. «El grupo decidió adentrarse en los cantos como los romances o las jotas y cada vez ha estado más presente en nuestros conciertos y en nuestros álbumes. La esencia del grupo, el estilo y la instrumentación la hemos mantenido porque creemos que es algo que nos define, que sorprende y que gusta mucho al público», explica Ortiz, quien añade que «obviamente no somos los mismos que cuando empezó el grupo, pero creo que sí que se ha mantenido la esencia».

Una esencia que continúa 23 años más tarde y que se puede apreciar en su nuevo trabajo. «Para nosotros es una satisfacción sacar este disco, en el que llevamos trabajando mucho tiempo». 'Impasse' cuenta así con nueve canciones y melodías tradicionales principalmente de la provincia de Segovia y de Burgos, además de incluir piezas originales creadas por el grupo.

«Es una nueva oportunidad de demostrar a la gente lo que es Free Folk y cómo hacemos nuestra música», revela Ortiz, quien desvela también que incluir piezas del cancionero burgalés de Antonio José se debe a su interés por trabajar con «distintas fuentes». «También se incluye en el disco una canción que compuso nuestro guitarrista con melodías tradicionales de la localidad de Aranda de Duero, porque Burgos es una provincia que nos pilla cerca y que tiene una riqueza de música tradicional muy grande. Además, no nos cerramos nunca a interpretar música tradicional de otras provincias, ya sean  de Castilla y León o no, porque al final son más las cosas que unen que las que nos separan. Al igual que trabajamos con  cancioneros como el de Agapito Marazuela, en este caso lo hemos hecho con otras fuentes y con el trabajo previo que dejaron grandes centros musicólogos y folkloristas que se recorrieron todas las provincias de nuestra tierra para dejar un testimonio escrito de la música popular de la Comunidad».

Su próximo concierto, que también será un pequeño adelanto de su nuevo disco, tendrá lugar el domingo 8 de octubre en el Salón de Actos de Torre Val de San Pedro a partir de las 18.30 horas, aunque ya será de cara a principios del próximo año cuando se presente formalmente su nuevo trabajo. «Ya tenemos una fecha a principios de 2024 en Segovia capital que será cuando haremos la presentación delante de nuestro público con el objetivo de seguir difundiendo nuestro trabajo», finaliza.