La Guardia Civil investiga a dos personas por la caza furtiva de un corzo abatido de un disparo en la provincia de Segovia. Fueron pillados el pasado mes de marzo en vehículo con la cabeza del corzo sin precintos y material de caza, incluido un rifle, prismáticos y visor térmico. El Instituto Armado ha incautado los efectos y ha denunciado a las dos personas.
Tras descubrirlos, los agentes iniciaron un reconocimiento del coto en el que creían que se habían producido los hechos y localizaron un cuerpo de corzo decapitado y fresco en un lugar de difícil acceso que, según las primeras observaciones, pensaron que podía haber sido abatido de un disparo.
El informe genético realizado posteriormente por los servicios de criminalística de la Guardia Civil determinó que la cabeza y el cuerpo hallados pertenecían al mismo animal. La Junta de Castilla y León también llevó a cabo un informe anatomopatológico que concluyó que el animal había muerto como consecuencia de un disparo y que en el interior de este existían restos metálicos y restos plásticos. Además, las trazas halladas en el interior del cuerpo del animal eran de características similares a la cartuchería metálica comprada días antes por uno de los ocupantes del vehículo, según indicó el servicio de intervención de armas de Guardia Civil.
El Instituto Armado investiga a los ocupantes del vehículo por su participación en la caza furtiva de un corzo, por un supuesto delito contra la flora y la fauna (cazar en época de veda) y un delito de daños. Los responsables del coto se personaron como parte perjudicada.
Los efectos intervenidos han quedado a disposición de las autoridades competentes y las diligencias practicadas han sido remitidas a los órganos judiciales competentes sobre el procedimiento. Cazar en época de vida especies cinegéticas puede ser considerado delito, de acuerdo al Código Penal.
Es el segundo incidente de este tipo en la provincia de Segovia del que informa la Guardia Civil en poco más de una semana. El pasado 23 de noviembre explicó que ha investigado a un hombre, vecino de Jaén, como presunto autor de un delito contra la flora y la fauna. Este fue sorprendido cazando furtivamente en un coto privado en Pinarejos y le incautaron un rifle, dos visores y el trofeo de caza obtenido.