Uno de los juegos más divertidos para informadores e informados, una vez que se produce la investidura de un presidente del Gobierno, es adivinar la composición de su Gabinete. Son las llamadas quinielas de ministros, si bien esta vez no hay demasiada emoción, dado que Unidas Podemos ya filtró a los suyos y Pedro Sánchez ya anunció en campaña electoral como un gran fichaje que la titular de Economía, Nadia Calviño, iba ser vicepresidenta en ese área, de la misma manera que Carmen Calvo iba a seguir ostentando el número dos del Ejecutivo. Lo que está claro es que, contrariamente a lo que se había dicho ayer al mediodía, no se sabrá nada antes de la semana próxima, pues como dijo la andaluza, «Será un tránsito ágil y relativamente fácil, pero hay que respetar el rigor y la garantía del proceso de transición».
En el segundo escalón figurará también el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que al fin tendrá su ansiada Vicepresidencia. Tirando de hemeroteca se puede ver cómo el vallecano el 15 de febrero de 2016 la pidió, amén de un referéndum en Cataluña, metiendo en el saco de sus atribuciones la dirección del CNI, CIS, BOE y RTVE. Al final el acuerdo se esfumó.
Es muy posible que el retraso en la designación de ministros se deba precisamente a eso, a que haya flecos en la negociación sobre las atribuciones de los departamentos, y los morados quieran conseguir lo máximo posible.
De momento, son seguros los representantes de Unidas Podemos Irene Montero (Igualdad), Yolanda Díaz (Trabajo), Alberto Garzón (Consumo) y Manuel Castells (Universidades). Este último, de En Comú Podem, ha sido una sorpresa porque todos daban por hecho que sería Rosa Lluch, hija del exministro de Sanidad Ernest Lluch, asesinado por ETA en 1986, y cuyo nombre fue citado en el Parlamento.
Ahora falta por ver qué miembros del Gabinete en funciones sobreviven. Suenan con fuerza José Luis Ábalos (Fomento), Fernando Grande-Marlaska (Interior) y María Jesús Montero, la responsable de Hacienda y principal negociadora del acuerdo programático con Podemos. Con toda probabibilidad será la portavoz en sustitución de Isabel Celaá, todavía ministra de Educación, que tiene casi los dos pies fuera. Como el exastronauta Pedro Duque, Teresa Ribera, Reyes Maroto, María Luisa Carcedo o José Guirao.
Serán muchos los que han estado o estarán en los próximos días esperando la llamada del presidente para seguir formando parte o entrar por vez primera en este histórico Consejo de Ministros que va a tener probablemente más carteras que nunca.
Hay auténticos tapados en las quinielas, como el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que rechazó una oferta de Sánchez para llevar Sanidad tras ganar la moción de censura.
La exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena sonó durante muchos meses, si bien sus opciones parecen haber ido menguando. Dicen que Iglesias no la ve con buenos ojos tras su traición con Más Madrid en las municipales.
«El presidente tiene muy claro lo que quiere hacer y con quiénes, y por eso irá todo muy rápido», confesó por la mañana Calvo, si bien luego reculó. Es muy posible que la demora se deba más a los flecos competenciales que a los nombres.