Podemos reclama una moratoria de licencias de pisos turísticos

DS
-

Guillermo San Juan plantea establecer una densidad máxima de este tipo de viviendas en relación a la población estable: un tope de 20 plazas por cada 100 habitantes y una ratio máxima del 10% respecto a la edificabilidad de cada área residencial

Guillermo San Juan, concejal de Segovia en Marcha (Podemos-Alianza Verde) en el Ayuntamiento de Segovia. - Foto: Rosa Blanco

Guillermo San Juan, concejal de Segovia en Marcha (Podemos-Alianza Verde) ha planteado este lunes al gobierno municipal la necesidad de congelar la concesión de licencias municipales para nuevos pisos turísticos en la ciudad.

"Antes de seguir aumentado su número sin control, creemos que hay que poner orden en los apartamentos para turistas que operan en Segovia porque su impacto en el día a día de los segovianos y segovianas es cada vez más evidente, ha explicado el edil después de hacer su petición en la Comisión Informativa de Urbanismo. 

Según argumenta San Juan, "Segovia sigue rompiendo las estadísticas de precios del alquiler de viviendas: al aumento de casi un 25% de los precios solamente el año pasado, la capital de provincia donde más aumentaron, se suma la subida acumulada de más de un 90% en la última década: de una media de 500 euros a superar los 970 euros en la actualidad. Detrás de este aumento exponencial hay varias razones, y una de ellas es el impacto de las viviendas de uso turístico en nuestra ciudad".

En este sentido, añade  que "la proliferación de viviendas de este uso en Segovia ha aumentado un 40% solo en lo que llevamos de año mientras las administraciones miran hacia otro lado: el 85% de estas viviendas no constan en el registro oficial de la Junta de Castilla y León y, mientras garantizan una rentabilidad altísima a los grandes propietarios y fondos de inversión, reducen la oferta de vivienda a población estable y empujan los precios al alza en toda la ciudad", ha explicado el concejal de Segovia en Marcha.

Esta formación plantea establecer una densidad máxima de este tipo de viviendas turísticas  en relación a la población estable: un tope de 20 plazas por cada 100 habitantes y una ratio máxima del 10% respecto a la edificabilidad de cada área residencial, "limitando su impacto negativo y favoreciendo su dispersión en la ciudad, lo que evitaría su excesiva concentración en zonas de la ciudad como el recinto amurallado", según mantiene el edil.