La Real Sociedad derrotó al Espanyol en el RCDE Stadium con un gol en el minuto 80 de Take Kubo, que empezó en el banquillo, y que trituró las buenas sensaciones que el cuadro catalán había presentado hasta entonces.
Hasta el tanto del japonés, ambos equipos se repartieron las ocasiones, aunque con escaso peligro. De hecho, el 0-1 llegó cuando los blanquiazules estaban en buen momento de juego. El duelo permite al cuadro vasco resarcirse tras su derrota contra el Rayo en casa e incrementa las dudas en el Espanyol.
El partido empezó con suspense tras una caída de Veliz en el área en la primera jugada tras un encontronazo con Traoré, pero el colegiado no vio pena máxima. El Espanyol salió con la portería de Remiro en el punto de mira y avisó con un disparo de Puado ante una defensa de la Real que no acababa de asentarse.
Los de Imanol Alguacil se enfrentaban a una versión vertical y ambiciosa del Espanyol, que presionaba muy arriba. Quería gustar a su afición. Poco a poco, la Real Sociedad empezó a entonarse y un intento de combinación entre Traoré y Oyarzabal equilibró las sensaciones en el verde.
El choque presentó un ritmo más trabado en el ecuador de la primera mitad con avisos por parte de ambos. La insistencia de Veliz era constante, pero el cuadro visitante no se dormía: Kumbulla apareció para cortar un balón que dejaba a Becker en una situación privilegiada y Sergio Gómez probó fortuna desde lejos.
Ninguno de los dos conjuntos disfrutó de ocasiones claras en estos primeros 45 minutos. En la reanudación, la Real Sociedad se dispuso a cambiar el guion del pulso y subió las revoluciones. Brais Méndez estuvo cerca de marcar tras un centro de Sergio Gómez en el 47.
De todos modos, los catalanes tuvieron la réplica en el 55 tras un desajuste defensivo rival. Su mejor ocasión llegó de la mano de Veliz y, justo después, Jofre. Aritz salvó el 1-0 sobre la línea de gol. Los de Manolo González no especulaban y se acercaban con peligro a los dominios de Remiro.
Las sensaciones estaban del lado del Espanyol, pero Kubo rompió por completo cualquier guion. El japonés sacó todo su talento para firmar el 0-1 en el 80. El atacante, que arrancó el choque como suplente, mandó el balón a la escuadra con un zurdazo imparable y lo celebró delante de su banquillo.
La diana de la Real Sociedad obligó al técnico local a mover su banquillo, sin éxito. La afición del RCDE Stadium vio destellos de esperanza con una chilena de Puado y un saque de esquina en el descuento, pero el resultado no se movió.