Sergio Perela y David Matarranz son como el gato y el ratón. Se buscan para incordiarse entre sí, la mayoría de las veces se llevan la contraria e incluso se han llegado a enfadar tras alguno de sus encendidos debates. Sin embargo, detrás hay una bonita historia de amistad que sería imposible de explicar sin la Gimnástica Segoviana. Eran la sombra de la Segoviana cuando aún no les había crecido la barba como periodistas y lo siguen siendo casi tres décadas después, ahora con la satisfacción de ser las 'voces' de la Segoviana cuando está a dos pasos de conseguir el que para ambos sería el mayor éxito de la historia del club en sus 95 años de historia.

Perela y Matarranz son los artífices de 'Vive! la Sego', la programación especial en torno a la Segoviana que ha puesto en marcha 'Vive! Radio Segovia en su primer año de existencia. Retransmiten en directo todos los partidos del equipo de Ramsés, con el que habrá completado 19.282 kilómetros cuando este domingo regresen de Canarias tras afrontar el último partido a domicilio de la temporada regular.

«Yo creo que el partido que marcó un punto de inflexión fue el de Guadalajara aquí», señala Perela. La Segoviana venía de un mes aciago con la encerrona de San Fernando, el partido contra el Adarve que iba ganando 0-3 y acabó 3-3 pidiendo la hora... Algunos jugadores no lo veían claro. Iban muy cargados de partidos y había miedo a que se lesionaran jugadores claves porque no había recambios...». Pero la Segoviana ha salido de todas esta temporada. «También hubo una pequeña crisis en octubre, pero Ramsés supo controlar la situación», recuerda Matarranz, que apunta al entrenador y a su cuerpo técnico como la clave del éxito de esta temporada: «Ha sido como las abuelas. A lo mejor no te hacen la cocina más cara pero sí una muy rica. Con los ingredientes que ha tenido, Ramsés ha hecho creer a los jugadores, todos han tenido protagonismo y nunca se ha quejado».

A través del 90.4 de la FM y de www.viveradio.es, Perela y Matarranz han transmitido a los oyentes la evolución que ha experimentado la Segoviana. «Antes ibas a los sitios y eras el equipo simpático: «Qué bien habéis jugado»; «otra derrota que os lleváis pero qué majos sois»... Ahora vas a los sitios y pasan cosas. Pasó en San Fernando, vas a otros lugares y te miran de forma sospechosa o comentan de ti, como el entrenador del Badajoz en la previa... O de repente ahora tú le ganas al Llerenense y hablan desde Soria de una mano negra para que suba la Segoviana... Pasan cosas que no tienen ningún sentido para un seguidor de la Gimnástica Segoviana de toda la vida que sabe perfectamente que el sino de este club ha sido el derrotismo. Nos estamos quitando los complejos, aunque todo el mundo está pensando a ver cuándo llega el castañazo», reflexionan.

A falta de dos jornadas para que acabe la liga regular, la Segoviana depende de sí misma para conseguir el ascenso a Primera RFEF. «Yo creo que vamos a subir directamente», apunta Perela. «Yo soy optimista a ratos. A veces pienso que lo vamos a conseguir y otras me acuerdo de que somos un club con una profunda leyenda negra», confiesa Matarranz. En lo que sí coinciden los dos es que no imaginaban este escenario a principio de temporada: «Era impensable, ni el más optimista del mundo lo hubiera dicho».

La Segoviana comenzó la temporada con el objetivo de volver a clasificarse para el 'play off' de ascenso en un grupo con varios favoritos claros al ascenso directo. «Hay muchas claves para explicar lo que está ocurriendo, pero hay una sobre todas ellas: un vestuario extraordinario de gente muy sana que que absorbe a los nuevos de una manera muy natural y consigue que todo funcione como si fuese un equipo de amigos»,destacan los locutores de 'Vive! la Sego', que no se olvidan tampoco del trabajo de la directiva: «En la gestión venimos de muy atrás y, aunque todavía hay que mejorar en aspectos de marketing, por ejemplo, hay seriedad. La gestión es ejemplar en fichajes, patrocinios...».

En su opinión, el ascenso también podría marcar un antes y un después. «Es una  oportunidad de enganchar a la gente», coinciden. Será el momento entonces de abordar la transformación del club en Sociedad Anónima Deportiva (SAD), respecto a la que Matarranz es contundente: «Esta temporada es la demostración de que para alcanzar el éxito no hay que ser SAD. Hay valores más allá del dinero como tener medio equipo formado por gente de la casa o gente a la que se la puede considerar como tal».