El Instituto Nacional Geológico y Minero (IGME) advirtió hoy de la necesidad de monitorizar y articular medidas preventivas, en la zona afectada por el incendio en el Real Sitio de San Ildefonso (Segovia) para evitar mayores daños futuros ya que esperan “perjuicios a corto y medio plazo” por el impacto de los procesos geológicos activos que se puedan desencadenar. En el otro lado de la balanza, destacaron que “afortunadamente” la mayoría de los Lugares de Interés Geológico (LIG) no han sido directamente alcanzados por el fuego.
Los expertos, tras interpretar la zona incendiada con la situación de los Lugares de Interés Geológicos, afirmaron que el incendio no afectó “significativamente a muchos de ellos”, evitando “la destrucción de los afloramientos rocosos por fractura", por el efecto térmico del fuego, o su tinción por humo y cenizas, pero sí afectó a pequeños manantiales fisurales y coluviales, en las fuentes próximas a la pista de subida a Fuente Infante, y deterioró a algunos relieves en gneises pseudograníticos, como lanchares, berruecos y peñas.
En su opinión, una vez ocurrido el incendio y la posterior pérdida de la cubierta vegetal, lo más importante a tener en cuenta es que pueden ocurrir una serie de procesos geológicos, desencadenados por lluvias y tormentas, que ocasionen daños y pérdidas a corto y medio plazo, como son: la erosión concentrada por arroyada en la zona incendiada, con pérdida de suelos fértiles y arrastre de cenizas y fragmentos de vegetación quemada a los arroyos, que verán “aterrados” sus cauces y colmatados sus pozas y azudes.
En segundo lugar, advirtieron de la impermeabilización del suelo que hará disminuir el umbral de escorrentía y pudiéndose generar “avenidas e inundaciones con más caudal con la misma lluvia. En tercer lugar, al haber menor sustentación de los suelos por las raíces, habrá mayor susceptibilidad a los desprendimientos de roca y los flujos de tierras y derrubios.
Los expertos del Instituto Geológico y Minero expusieron, en cuarto lugar, la contaminación de las aguas superficiales de los arroyos por las sustancias producto de la combustión, y de las aguas subterráneas por infiltración de cenizas y restos del incendio. Así como, los previsibles cambios en la permanencia de la cubierta nival invernal y primaveral, y con ello, del régimen hídrico de los arroyos del Chorro Grande, de las Flores, Morete y Carneros, todos tributarios del río Cambrones y cuyas aguas finalizan en el embalse del Pontón Alto.
El Instituto Geológico y Minero, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, aconsejó que todos estos procesos “potencialmente activos” deberían ser monitorizados, así como articularse medidas correctoras y preventivas, para evitar mayores daños futuros.
Apadrina una roca
Los expertos del instituto están terminando de elaborar la futura Guía Geológica del Parque Nacional Sierra de Guadarrama, incluyendo la infinidad de pequeños afloramientos en los Lugares de Interés Geológicos y sus inmediaciones. Además, algunos de estos LIG están incluidos en el programa de voluntariado ambiental ‘Apadrina una roca’ para la protección del patrimonio geológico y se pueden apadrinar gratuitamente por personas, no sólo de Segovia, sino de toda España. Por ejemplo, el Salto de El Chorro Grande tiene 5 padrinos-madrinas y uno en las Rosetas y terracillas en el collado de Dos Hermanas
Según estos investigadores, en los términos municipales del Real Sitio de San Ildefonso y Palazuelos de Eresma, existen diferentes inventarios recogen la presencia de los siguientes Lugares de Interés Geólogicos que ordenaron de más próximos a más lejanos a la zona incendiada, ocupando los primeros puestos: El Salto de El Chorro Grande; la Cascada de El Chorro Chico; los circos glaciares de la cabecera de los arroyos del Chorro Grande y el Chorro Chico; el nicho de nivación de la cabecera del arroyo Morete.
Desde el Instituto Nacional Geológico también destacaron los lanchares y “diques aplíticos” de las márgenes del arroyo Chorro Grande; los depósitos torrenciales y gravitacionales de la mata basal del Chorro Grande; los manantiales fisurales y coluviales de Fuente Infante y su entorno; la morfología periglaciar de la ladera norte de Peñalara; los Mármoles del collado de la Flecha; las Calderas del Cambrones; las mineralizaciones As-Ag de La Atalaya-Cerro de las Cardosillas; la Chorranca y las rosetas y terracillas en el collado de Dos Hermanas.