La selección española superó este jueves a la de Jordania (1-3) en su último test antes de su debut en el Mundial de Qatar 2022, un duelo que dominó de forma constante y le sirvió para pulir algunos detalles.
En esta ocasión el once de Luis Enrique llegó condicionado por las limitaciones físicas que arrastran varios jugadores. Esa circunstancia se apreció especialmente en el lateral izquierdo, donde la ausencia de Gayá y el miedo a exponer a Jordi Alba a cualquier contratiempo antes de la gran cita hizo que ocupase la posición Laporte.
Además, Robert Sánchez fue el elegido en la portería, mientras que arriba el tridente ofensivo lo formaron Ansu Fati y Sarabia en los extremos y Asensio como punta. Esa apuesta lo fió casi todo a la movilidad arriba y las combinaciones en corto, receta a la que ayudaba un rival cerrado que dejaba hacer.
España atacó así por acumulación de hombres, elaborando con paciencia y buscando generar el caos al borde del área rival con primeros toques y llegadas desde la segunda línea. Dentro de esa dinámica funcionó bien el entendimiento entre el voluntarioso Asensio y un eléctrico Ansu Fati.
Varias veces combinaron y en una de ellas hubo premio. Fue a los trece minutos, en una jugada que nació de Eric, pasó por Soler y llegó a los pies de Asensio. Arrastró este contrarios y vislumbró el hueco para filtrar la entrega hacia Fati, quien aprovechó la 'ternura' del portero jordano para hacer bueno un tiro centrado.
Pudo durarle poco la ventaja a España por un pecado defensivo de Pau Torres, pues se relajó en la medialuna propia y vio cómo Al Naimat le rebañaba el esférico desde el suelo. Le dio continuidad a su robo el atacante, pero su impacto lo despejó con solidez Robert Sánchez. Esa ocasión y un lanzamiento lejano del mismo delantero con el descanso pidiendo paso fueron las únicas de los jordanos en la primera parte.
Los españoles jugaban cómodos, con la confianza de que más goles llegarían antes o después. Pero no fue el caso antes del paso por vestuarios, principalmente por la falta de puntería en los disparos desde la frontal. Varios probaron a definir, pero solo inquietó realmente Ansu Fati, que rozó el larguero desde el borde del área.
Del vestuario salió la selección española con dos jugadores de refresco, David Raya y César Azpilicueta, pero la misma consigna de inquietar por desgaste. Distinto fue lo del anfitrión, que dio un paso al frente y se acercó a la portería rival, teniendo que intervenir Raya un par de veces.
Apagó el ímpetu del cuadro jordano Gavi con el segundo gol al atrapar un disparo defectuoso de Sarabia y ejecutar él otro raso y preciso, lejos del alcance de Al Fakhouri. La ventaja de dos goles dejó encarrilado el triunfo español y preparó el escenario para más cambios.
De todos los movimientos que hizo Luis Enrique quizás el más interesante fue el de ubicar a Rodri como central por Eric García, a priori un recurso que puede convertirse en algo más que eso con el paso del tiempo. El centrocampista del City cumplió, si bien no tuvo demasiado trabajo.
Tampoco el resto de sus compañeros, que siguieron siendo superiores por inercia pero no dieron la sensación de querer forzar la máquina. Pese a ello, Nico Williams se dio el lujo de transformar el tercero con un disparo fuerte posterior a un gran control. Parecía la guinda, pero el conjunto local acabó marcando el gol del honor por medio de Dardour, quien se adelantó a Azpilicueta y rubricó con calma.