El próximo 2024 se cumplirán 25 años desde que la planta de biomasa de Cuéllar empezara a prestar servicio a distintas comunidades de vecinos, viviendas individuales y edificios municipales de la zona sur de la localidad. Con el paso del tiempo, la vida útil de las instalaciones se está acabando y hace necesaria su renovación. El pasado 30 de septiembre expiró el convenio de 10 años entre la empresa pública de la Junta de Castilla y León, Somacyl, y el Ayuntamiento de la villa por lo que en el pasado pleno de noviembre se aprobó en pleno un anexo al contrato para dar continuidad al servicio hasta el 31 de diciembre de 2024. Mientras, Somacyl ha propuesto al Consistorio la necesidad de llevar a cabo una renovación de las instalaciones por importe de 2,7 millones de euros.
En la actualidad la planta de biomasa da servicio de agua caliente sanitaria y calefacción a seis comunidades de vecinos, y distintas viviendas individuales, lo que supone un total de 230 viviendas, además de a 6 edificios municipales como el centro cultural Santa Clara, la piscina climatizada, el colegio Santa Clara, el frontón, el campo de fútbol y el pabellón polideportivo. El anexo que se ha firmado para dar continuidad al servicio hasta finales de 2024, supone una modificación de costes para las arcas municipales. En la actualidad el Consistorio paga a la empresa pública Somacyl 320.388 euros y hasta el 31 de diciembre del próximo año esta cantidad se incrementará en unos 48.000 euros hasta los 368.389 euros.
Desde el año 2019 el Consistorio firmó un nuevo convenio con las comunidades de propietarios para que estas pagará un coste por término fijo, que sirve para cubrir los costes fijos que tiene la explotación de la planta de biomasa, y un término variable en función del consumo que cada vivienda realiza, establecido en un precio de 0,066606 euros kilovatio hora con IVA incluido. Por el momento estos costes seguirán igual, pero de cara a la renovación de la planta se plantea también renovar este convenio con las comunidades y realizar uno con las viviendas individuales ya que no existe en la actualidad y desde la adhesión a la planta vienen pagando una cuota fija al mes estipulada en los consumos históricos de litros de gasóleo que consumían antes de contar con biomasa y que tenía como base el precio del combustible a fecha 2 de enero de cada año.
En este periodo de transición que ahora se abre hasta diciembre de 2024, el siguiente punto en el que están trabajando tanto el Ayuntamiento como Somacyl es en el proyecto de renovación de la planta. ·Las calderas han llegado al final de su vida útil y los aparatos que la hacen funcionar también por lo que es necesario plantear una renovación. Lo que plantea Somacyl es acometer una inversión de 2,7 millones de euros.
Es una actuación cofinanciada con fondos europeos que supone 12 meses de obras y había que suscribir un nuevo convenio de 15 años que también supone un nuevo convenio con los vecinos», explica el alcalde de la villa, Carlos Fraile. Con esta nueva instalación se seguirían suministrando 5.000 kilowatios de energía calorífica y se sustituiría la mayor parte de la instalación. Aunque el proyecto se está definiendo, plantea la sustitución de las dos calderas de 2.000 y 3.000 kilowatios respectivamente, la ampliación del edificio actual, el cambio de las bombas para la distribución del agua, una nueva instalación eléctrica en todo el edificio y que las nuevas calderas cuenten con los elementos necesarios para la depuración de los humos y cumplir así la normativa de los límites de emisiones de gases a la atmósfera.
Para amortizar esta nueva instalación, las arcas municipales tendrán que hacer frente a un coste fijo anual durante 15 años de 190.000 euros mientras que en la actualidad es de unos 72.264 euros. Al igual que aumenta el coste para el Ayuntamiento, también aumentará el coste para las comunidades de vecinos. Desde el departamento de intervención se están realizando los estudios oportunos y evaluando los convenios existentes con las comunidades de vecinos, pero, aunque se está valorando como repercutir los costes, se estima que pueden suponer un aumento del 15%. El inicio de las obras de renovación de la planta está aún por concretar ya que es la aprobación por el pleno del futuro convenio y la firma del mismo lo que dará el pistoletazo a las mismas.
Mientras se plantean los nuevos convenios, el alcalde también abre la posibilidad a la adhesión al servicio de biomasa de nuevas comunidades de vecinos, viviendas individuales y otras instalaciones públicas como puede ser el futuro centro de salud de la Junta cuyo proyecto parece que si incluye la incorporación a la planta. Por otra parte, si la planta de biomasa cumple 25 años, no son menos los años de antigüedad de la red de tuberías. Este sería el siguiente reto del Consistorio, ya que para acoger a más usuarios es necesario modernizar la red y dimensionarla.