La Pinilla acogerá cinco citas de un macrofestival de música

Nacho Sáez
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La estación de esquí se alía con el evento de origen mexicano Zamna, el cual acogerá a partir de primavera con una capacidad para 12.000 personas.

Show de Zamna en La Pinilla a finales del pasado mes de septiembre. - Foto: Foto cedida por La Pinilla

Se anunció como Zamna Madrid. «Tras el indudable éxito de cada una de las ediciones de Zamna en todo el mundo, con eventos en ciudades como Tulum, Barcelona, Miami, Nueva York, Sao Paulo o Bali, ahora Zamna Festival llega a Madrid», publicó el propio Zamna Festival en su página web en un primer momento sin concretar la localización exacta de Zamna Madrid. Pero Zamna Madrid era en realidad Zamna Segovia. O Zamna La Pinilla. Se celebró el pasado 27 y 28 de septiembre en la estación de esquí pero fue solo el aperitivo de una alianza de tales dimensiones que, en eventos musicales al menos, no encuentra en estos momentos comparación en la provincia de Segovia.

Zamna, festival dedicado a la música electrónica, celebrará otras cinco citas en La Pinilla en 2025 tras el acuerdo alcanzado entre sus promotores y los gestores de la estación de esquí. Cada una de esas citas tendrá dos días de actuaciones y la idea es llevarlas a cabo a partir de primavera para aprovechar el buen tiempo. «[El organizador] de Zamna es un productor de música electrónica número uno a nivel mundial que ha aterrizado aquí en La Pinilla», destaca el gerente de la estación, Raúl Gómez.

Según destaca el evento en su página web, Zamna se ha consolidado desde 2017 como «una de las experiencias de música electrónica más emocionantes del mundo». Tuvo su origen en la ciudad mexicana de Tulum, donde continúa celebrando una presentación anual, pero ha dado el salto a Barcelona, Ibiza, Miami, Nueva York, São Paulo, Dubai o Malta, entre otras ciudades. «Se ha convertido en el punto de encuentro de miles de fans de este género con los mejores artistas del momento. Un enclave musical único que sirve como herramienta para conectar a las personas y convertirlas en comunidad. Un viaje musical excepcional para disfrutar del espíritu de libertad en plena naturaleza», remarca el festival.

La doble cita de los pasados 27 y 28 de septiembre en La Pinilla reunió a cerca de 8.000 personas entre los dos días. «El balance fue muy positivo. A nivel de entradas  no se llegó al primer objetivo porque era muy complicado con todo lo que había en Madrid durante esas fechas, el tema del frío, que de repente fue cuando más frío ha hecho... Pero al final esto era una pequeña prueba que se quería hacer antes de empezar el planteamiento real del año que viene. Y ellos [los organizadores de Zamna] están muy contentos. La distribución de todo el espacio quedó muy bien, muy bien decorado y todo el mundo contento», apunta el gerente de La Pinilla, que lidera el extraordinario cambio que ha experimentado la estación en poco más de un año.

La Pinilla ha aparcado los lamentos por la falta de nieve y ha puesto en marcha una oferta de ocio que no se limita solo al invierno. Además de ampliar el 'bike park' ha abierto un restaurante –se llama 'Lobo'– que reúne alicientes en la comida, en la decoración y el entorno; ha aumentado el número de camas –incluidas las del 'glamping' La Pinilla Mountain Resorts; y ha habilitado varios espacios para acoger eventos musicales.
A finales de este año dispondrá de cuatro con unos aforos que irán desde las 1.500 personas el más pequeño a 12.000 el más grande. Este último es el que reservan para Zamna. «Es un festival que queremos que sea un poco diferente y especial para que la gente, desde que llegue, se vea súper atendida. Desde la hostelería, el parking, el glamping... Es un evento musical pero también una experiencia», asevera el gerente de La Pinilla.

«Un lugar único». Zamna define la estación como «un lugar único y espectacular ubicado en la Sierra de Ayllón para conectar con los artistas más increíbles en plena naturaleza desde el atardecer hasta el amanecer». La insuficiente oferta de plazas de hotel y de camping es ahora el principal inconveniente de La Pinilla, pero sus gestores –entre los que se incluyó el futbolista del PSG Achraf Hakimi– aseguran que ya disponen de las licencias para construir unas cabañas de lujo y que también tienen un proyecto para construir un hotel.

No dan cifras pero sí afirman que han invertido «mucho dinero» desde que a principios del año pasado asumieron la gestión de la estación a través de una concesión pública de la entidad urbanística de conservación propietaria de las instalaciones, en la que están representados los ayuntamientos de Cerezo de Arriba y Riaza, entre otras instituciones. Una de las inversiones más recientes que han llevado a cabo es el domo que tienen previsto inaugurar a finales de este mes. Se trata de una cúpula redonde de 18 metros de altura y 39 metros de diámetro que les permitirá celebrar presentaciones de marcas y eventos musicales y deportivos en épocas de meteorología adversa. «Vamos a poder hacer proyecciones audiovisuales de 360 grados. Es el domo más grande de Europa», remacha el gerente de la estación.