Historias de apoyo y superación

M.G.
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Dos participantes en los programas de intervención de Cruz Roja en Segovia narran la experiencia que les ha ayudado a encarar su futuro con una nueva perspectiva

Mari Paz Faraldos y María Patricia Muñoz. - Foto: DS

Cuidar a una persona mayor no resulta fácil. La atención a sus necesidades genera un desgaste físico y emocional que muchas personas no pueden asumir en solitario al no contar con los recursos necesarios. Si se trata de buscar empleo, la brecha de género a la hora de acceder al mercado laboral hace que las mujeres encuentren dificultades si no tienen las herramientas con las que poner en valor sus competencias. Mari Paz Faraldo y Marta Patricia Muñoz han encontrado la solución a sus problemas de la mano de Cruz Roja, integrando de esta forma la relación de las más de 12.000 personas que han sido atendidas durante el pasado año en los distintos programas asistenciales que la organización viene desarrollando en la provincia.

El caso de Mari Paz surgió de la necesidad de prestar atención a sus padres en Juarros de Voltoya, agravada por la situación generada por la pandemia en 2020. Así, tras pasar por otros recursos asistenciales, en 2022 recibió la sugerencia de acudir a Cruz Roja, que dispone de un proyecto to dirigido a las personas cuidadoras no profesionales de personas mayores de 65 años que cuidan de mayores dependientes y que sienten cansancio y/o agotamiento físico o psicológico.

El proyecto, subvencionado por la Consejería de Familia de Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del IRPF para la realización de programas de interés general, incluye en su carta de servicios el apoyo psicológico al cuidador y la atención individualizada, así como contactos periódicos y talleres para aprender a gestionar el cuidado y el autocuidado, La participación en este programa ha mejorado sensiblemente la calidad de vida de la cuidadora, que asegura que «ayuda mucho el desahogo emocional de encontratre con personas que están en tu misma situación y poder compartir los problemas comunes, al igual que el apoyo psicológico individualizado que recibimos».

De este modo, Mari Paz afronta sin complejos la dura tarea de cuidar de sus padres y es capaz de compatibilizarlo con actividades de ocio. «En las sesiones de trabajo la psicóloga me decía: tú no te tienes que cansar, hay mucha gente que se cansa porque se creen imprescindibles, y gracias a este programa yo soy capaz de acudir a otros recursos de ayuda a domicilio que me permiten sentirme acompañada en este proceso», asegura.

Para María Patricia Muñoz, el acceso al empleo más que una necesidad, también era una cuestión de autoestima y empoderamiento. Después de varios avatares personales y problemas de salud, en 2019 se encontró inmersa en una difícil situación donde llegó a sentirse «completamente sola» y viéndose incapaz de sacar adelante a su hijo de 17 años y a su familia que reside en Ecuador. Acudir a Cruz Roja fue la luz al final del túnel, ya que se puso en marcha la maquinaria asistencial que desde el programa de acogida comienza a buscar soluciones para las personas que, como Patricia, acuden en demanda de apoyo.

En su caso, la solución llegó a través del programa 'Puentes por la igualdad en el empleo Plus', un proyecto del Plan de Empleo de Cruz Roja financiado por el Fondo Social Europeo, el Ministerio de Trabajo y Economía Social, La Junta de Castilla y León, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y la Fundación Caja Rural que promueve el protagonismo de las mujeres en el mundo laboral desde dos perspectivas: desde sus capacidades para potenciarlas y desde los obstáculos para contrarrestarlos.

De este modo, Patricia ha completado este proceso y desde el pasado mes de noviembre cuenta con un empleo fijo como personal de limpieza y puede afrontar una nueva vida no sólo gracias a las posibilidades económicas que le ofrece su nuevo trabajo, sino a las herramientas con las que cuenta para poder abordar cualquier conflicto emocional en el futuro. «Yo estaba en la oscuridad, me veía que no me valía para nada y no me sentía profesional, cuando la limpieza ha sido siempre mi pasión, y ahora he conseguido recuperar mi autoestima y superar mis problemas de salud porque en Cruz Roja he recibido el cariño y el apoyo necesario para poder salir adelante, y ahora estoy muy contenta», asegura.