La Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Segovia aprobó hoy el informe técnico de la última fase de actuación y dio por concluida la actividad arqueológica vinculada al proyecto arquitectónico de un edificio residencial en la Plaza del Doctor Gila de la capital, que certificó el descubrimiento por primera vez de una de las necrópolis romanas de la ciudad de Segovia.
Las obras realizadas en esta finca del barrio de San Millán fueron objeto de un largo y complejo proceso de intervenciones arqueológicas sucesivas durante un periodo de cuatro años, de cuyos resultados parciales tuvo conocimiento la Comisión Territorial de Patrimonio.
Durante el transcurso de la actividad arqueológica se documentó toda la secuencia estratigráfica de ocupación de este histórico barrio segoviano.
Entre otros hallazgos, se localizaron los restos de un antiguo alfar, entre los que destacan los de la cámara de combustión de un horno de cerámica y los de un aljibe. Este taller de alfarero estaría vinculado quizá a la morería que se ubicó en esta zona del valle del Clamores hasta la expulsión de los moriscos a principios del siglo XVII.
No obstante, el descubrimiento más relevante tuvo lugar en las cimentaciones más profundas, en torno a los tres metros por debajo de la cota de la calle, donde se documentó una cimentación romana de 'opus quadratum' de carácter monumental. Asociado a este edificio, en un depósito de cremación, se recuperó una urna funeraria de vidrio de cronología altoimperial, así como un epígrafe funerario en una lápida sepulcral en posición secundaria, debido sin duda a los expolios históricos del espacio fúnebre.
Estos resultados permitieron certificar el descubrimiento por primera vez de una de las necrópolis romanas de la ciudad de Segovia, vinculada muy posiblemente a la calzada que uniría a esta ciudad con la de Ávila. En el curso de las visitas de supervisión técnica realizadas por el Servicio Territorial de Cultura, Turismo y Deporte a la obra, se acordó con sus promotores la instalación de un sistema de registro que permita la contemplación de esta estructura, que permanecerá accesible para eventuales futuros trabajos de investigación o documentación.
En este sentido, la actuación llevada a cabo pone de manifiesto la importancia de la arqueología preventiva y su contribución a un desarrollo urbano sostenible, y es un ejemplo de la aportación que supone la investigación arqueológica para un proyecto; que no va orientada a hacer inviable la ejecución de lo proyectado, si no que, por el contrario, obtiene resultados que proporcionan un valor añadido a la edificación.