El ciclista veterano Rafael Sanz se ha impuesto en la 88ª Carrera del Pavo para bicicletas sin cadena celebrada este lunes durante una soleada aunque fría mañana de Navidad en la ciudad de Segovia que, como es habitual, ha contado con la participación de Pedro Delgado, ganador del Tour en 1988.
Un año más, miles de segovianos se han agolpado sobre los cerca de 800 metros del recorrido para jalear el paso de los corredores, que se lanzaron de uno en uno por la calle Teodosio el Grande pasando a los pies del Acueducto y ascendiendo por la Calle Real hasta la plaza de Adolfo Suárez.
En esta edición, la niebla caída en las calles segovianas durante la Nochebuena jugó un importante papel, puesto que al inicio de la prueba la temperatura apenas superaba los cero grados, y el pavimento de losetas de la Calle Real se encontraba todavía demasiado húmedo y resbaladizo. Este hecho provocó que varios de los participantes, incluyendo a la mayoría de los candidatos a la victoria estuvieran a punto de caerse y tuvieran que echar pie a tierra antes de llegar a la meta.
Eso fue lo que le sucedió a Pedro Delgado, ganador del Tour de 1988, que no faltó a su cita con la carrera segoviana, pero que no pudo superar su mejor marca al estar cerca de sufrir una caída. El único que consiguió terminar el recorrido fue el veterano Rafael Sanz, ganador de anteriores ediciones de la carrera pero que desde hace algunos años había cedido el testigo de la victoria a su hijo Hugo.
En esta ocasión la experiencia fue un grado y el ciclista segoviano logró llegar a la meta, siendo el único en hacerlo después de varias ediciones en las que el ganador se había tenido que dilucidar con una carrera de desempate.
El ganador de la prueba recibió como premio un pavo, mientras que el segundo clasificado, Millán Garrido, recogió un pollo, y Marcos García, el tercero, recibió una pularda. La vencedora de la carrera femenina fue la segoviana Emma Alonso.