La noche segoviana recupera a un viejo aliado. La discoteca de Las Rocas que un día fue Las Vegas y más tarde el Johnny Menteré, el Kyber y en su última etapa el All The People iniciará una nueva etapa en los próximos días. Casanova Club es el proyecto de Antonio Ruiz, un joven empresario de 28 años que tiene como aval los festivales para centenares de jóvenes que organiza en lugares singulares de Segovia. Con esta discoteca pretende añadir una propuesta diversificada al ocio de la ciudad.
Inspirada en la estética de los clubes del siglo XIX, ha hecho del rojo su color. Está presente en las luces, en las cortinas, en los neones y en los sofás de terciopelo que decoran la sala, cambiada para que todo siga igual. Ha experimentado un profundo lavado de cara con el mítico Studio 54 de Nueva York como referencia, pero hay guiños a sus anteriores etapas. La sala de baile, por ejemplo, continúa en el mismo lugar.
«Queremos despertar la nostalgia de quienes visitaban este club en los años 80, 90 y principios de los 2000. Por ello saldremos con una alternativa que fusiona directos y sesiones de tardeo con idea de ofrecerles un servicio añadido a clientes de la hostelería de la zona. Pero la verdad es que nos encontramos en una zona donde antes había una decena de bares musicales y ahora la oferta se reduce a uno», explica Ruiz, nacido en Segovia pero criado entre Madrid y Múnich y único socio de una discoteca que va a tener un equipo de trabajo de unas 20 personas y que, por supuesto, también quiere explotar la noche.
Ante la avalancha del reggaetón, Casanova Club apuesta en las noches por la electrónica y el house, principalmente, y contará de manera regular con Djs internacionales como invitados. Sus gogós futuristas -otra de las señas de identidad de los festivales que organiza su responsable- completan una oferta que saldrá con un precio de 7,5 euros€ por copa. En Nochevieja, el precio de la entrada será 30 euros con tres consumiciones.
«Queremos que haya un ambiente cuidado», remarca Ruiz, que además ve en esta sala futuro para la celebración de todo tipo de eventos: «Esto es un mundo de posibilidades. La ubicación y especialmente las dimensiones de la sala nos da posibilidad de albergar cualquier iniciativa en formatos desde 50 hasta 600 personas. Todo lo que la licencia nos ampare, que en este caso es sala de fiestas y espectáculo». Pero el futuro y el perfil de Casanova Club dependerá de los resultados. «La primera fiesta que hice de estas que tienen tanto éxito fue un fracaso total y además gordo. Pero me sirvió para sacar conclusiones y hacer las cosas mejor. Ahora la marca mueve a alrededor de 2.000 personas por evento, lo cual me hace considerar con fuerza dar el salto a Madrid próximamente», revela.
Tanker Events es el nombre con el que se han convertido en una cita obligada para miles de jóvenes, pero la innovación y la originalidad han sido sus principales armas. En la fiesta que organizaron el pasado mes de febrero citaron a los asistentes en las estaciones de trenes de Segovia y de Madrid-Chamartín, desde donde ponían rumbo -en trenes contratados especialmente para la ocasión- al complejo de eventos La Estación, en Otero de Herreros. Allí esperaban nueve djs -entre ellos Saldivar, que ha pinchado en Ultra Music Festival, Teatro Barceló Madrid, Icon Ibiza y Starlite Marbella-, gogós distópicos, pulseras 'cashless' para pagar las consumiciones…
El Aeródromo de Marugán y la Finca Lindaraja han sido otros de los singulares escenarios en los que ha desplegado su capacidad para seducir a un público con un alto poder adquisitivo que demanda experiencias únicas. Sus fiestas triunfan sobre todo entre los estudiantes de IE University, pero deja claro que no se cierra en Casanova Club a los segovianos ni a los alumnos de la Universidad de Valladolid. Con un aforo para cerca de 600 personas y un horario de cierre a las seis de la madrugada los fines de semana, Casanova abrirá sus puertas el próximo viernes 22 de diciembre con la actuación en directo del grupo Esparadrapo seguido de una sesión de Saldivar, «dj de moda en Madrid, según hace hincapié.
Para Ruiz, que también es propietario en Segovia del restaurante Selfish Poke, la apertura de esta discoteca es una buena noticia para la ciudad. «La diversificación de las opciones de entretenimiento es esencial para mantener una ciudad vibrante y activa. Por muy baja que sea la densidad de población joven en Segovia, no podemos dejar de fomentar e innovar en la vida nocturna local. La gente vive hasta los 90», señala entre risas. Casanova Club está en Instagram como @casanovatheclub y también tiene previsto abrir una página web. «El ocio no es solo nuestra pasión. Es nuestra manera de relacionarnos y ver el mundo. Vuelve una sala llena de historia que vibró durante la era dorada con una finalidad: hacerte bailar, conectar y en definitiva hacerte un poco más feliz. Volvemos con un claro propósito: 'Make Segovia cool again'», avisa su responsable.