El Quintanar está en crisis. El club decidió a principios de este fin de semana destituir al cuerpo técnico de su primer equipo femenino, y al menos una de sus jugadoras ha amenazado -según el presidente del club, Alberto Barrero- con dejar la plantilla si no es readmitido el entrenador, Iván Benavides, y el resto de sus ayudantes. La entidad teme que otras jugadoras podrían seguir el mismo camino.
El equipo, que milita en la segunda categoría regional, ocupa la segunda posición a cinco puntos del líder -con un partido menos- y solo ha perdido dos partidos. Sin embargo, la junta directiva ha creído inadmisibles las «reiteradas desobediencias» del cuerpo técnico y ha decidido su destitución. «No han cumplido las directrices que les habíamos dado. No me refiero a hacerles las alineaciones o la convocatoria sino a cómo hay que comportarse en este club. Lo importante son las chicas y no se puede humillarlas. No te las puedes llevar de diez de la mañana a diez de la noche a jugar un partido y que no salgan ni un minuto, no las puedes sacar en el minuto 89, no puedes tener a una jugadora que la convocaste para el primer partido, la dista un minuto y no la has vuelto a convocar...», enumera Barrero.
Las jugadoras -varias de ellas menores de edad- mantuvieron una reunión el miércoles en la que acordaron trasladar una serie de peticiones al club al día siguiente. El Día de Segovia ha tratado sin éxito de ponerse en contacto con la plantilla para conocer su versión. El entrenador destituido, por su parte, ha emplazado a esta redacción a una conversación el lunes porque aseguraba encontrarse «muy tocado».
El presidente del Quintanar, quien considera que las exigencias planteadas por las jugadores son un «chantaje» al club, no se sorprendería si muchas de ellas -son 20 en total en la plantilla- dejaran de acudir a los entrenamientos y a los partidos. Pero remarca que tiene un plan b. La competición no se reanudará hasta el 14 de enero y en ese tiempo espera haber realizado varias incorporaciones. También cuenta con que futbolistas del filial suban al primer equipo. «Lo que todo el mundo tiene que tener claro es que el proyecto tiene que continuar», subraya. El propio Barrero había marcado a principio de la temporada el ascenso como objetivo.