Iberdrola vuelve a pedir licencia para una planta solar

Nacho Sáez
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El proyecto, que fue frenado por el Gobierno en 2021, está previsto en Marazuela, Anaya, Marazoleja, Juarros de Riomoros y Abades.

Iberdrola vuelve a pedir licencia para una planta solar

El proyecto de Iberdrola para construir en la provincia de Segovia una de las mayores plantas fotovoltaicas de Europa sigue hacia adelante. Después de que en diciembre de 2021, el Gobierno de España negara a los promotores la autorización ambiental, la iniciativa ha vuelto a coger impulso y ha solicitado de nuevo la declaración de impacto ambiental y las autorizaciones administrativas del Ministerio de Industria, Energía y Turismo necesarias para su construcción. Este parque solar tendrá una potencia instalada de 431,644 MW (megavatios) -una cifra similar al que se está levantando en Abades, Martín Miguel y Abades- y junto a sus infraestructuras de evacuación ocupará terrenos en Marazuela, Marazoleja, Anaya, Juarros de Riomoros y Abades.

Iberdrola anunció en diciembre de 2020 la construcción de esta planta fotovoltaica, bautizada como FV Otero. Se refirió a ella como la mayor instalación de este tipo de Castilla y León y la segunda de Europa y prometió una inversión cercana a los 220 millones de euros, después de haber conseguido que 150 propietarios locales agruparan sus terrenos. También remarcó que generaría energía limpia suficiente para abastecer a una población equivalente a 290.000 hogares y que evitaría la emisión a la atmósfera de 182.000 toneladas de CO2 al año.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó este pasado jueves que comienza el periodo de información pública de la solicitud realizada por los promotores para obtener la declaración de impacto ambiental, la autorización administrativa previa y la autorización administrativa de construcción. Una petición que llega dos años y medio después de que la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico formulara una declaración de impacto ambiental desfavorable.

En su resolución, el organismo estatal argumentó que que no podía descartarse que el proyecto produjera un impacto significativo sobre la pérdida de hábitat de aves esteparias y un perjuicio sobre la integridad de la ZEPA Valles del Voltoya y el Zorita. Tras esa negativa, Iberdrola aseguró que introduciría cambios en el proyecto, entre ellos la reubicación de la subestación y de la línea de evacuación de la planta fuera de zona ZEPA. En concreto en Abades y no en Otero de Herreros. Además, según remarcaba la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán, al ubicarse la subestación en Abades reducía a la mitad la longitud de la línea de evacuación y con ella el impacto ambiental. «Todos nuestros proyectos de nuevas instalaciones cuentan con un exhaustivo plan medioambiental con el objetivo de minimizar su afección a la flora y la fauna», añadía.

El nuevo proyecto establece que la planta evacuará la energía generada a través de la subestación transformadora 'ST FV Otero 30/400 kV, localizada en el interior del parque solar en Marazoleja. Desde ella partirá una línea eléctrica enterrada en simple circuito de alta tensión a 400 kV denominada 'ST FV Otero 30/400 kV-ST Abades 400 kV' hasta la subestación ST Abades 400 KVA propiedad de Red Eléctrica de España con una longitud de 14.165 metros. El presupuesto asciende a 183,6 millones de euros.

Si recibe la luz verde, la construcción de esta planta fotovoltaica se unirá a la que ya ha comenzado en Abades, Martín Miguel y Valverde del Majano. Esta ha sido impulsada por una empresa alemana -ib vogt- y ha recibido una inversión de Apple, que quiere ser neutra en carbono en toda su cadena de valor para finales de esta década. Con más de 400 trabajadores en sus periodos punta, este parque solar ocupará 750 hectáreas de terreno y ya ha comenzado a multiplicar los ingresos de los pueblos en los que se ubica. El Ayuntamiento de Martín Miguel ha ingresado un millón de euros por la licencia de obras y tiene previsto recibir otros 200.000 por impuestos cada año durante la vida de la planta, que puede alcanzar el medio siglo, según fuentes del sector consultadas.

En su proyecto, Iberdrola he hecho hincapié en que «contará con un importante componente local, tanto de proveedores industriales como por la involucración en periodos punta de trabajo de hasta 1.100 trabajadores». «La no construcción de la instalación solar fotovoltaica significaría, lógicamente, la ausencia de afecciones directas o indirectas sobre el medio pero al mismo tiempo supondría no aprovechar el notable recurso solar que posee la zona, que podría contribuir eficazmente a la consecución de objetivos con respecto a la generación de energías renovables», subraya la compañía elétrica en su primer estudio de impacto ambiental.