Un indomable Vinícius

Roberto Morales (EFE)
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El brasileño cuajó un derbi de dos caras: una nefasta, al no seguir las indicaciones de Ancelotti y jugar por dentro, y otra, ya pegado a la banda, más dañina y sacando ventajas de su desborde

Un indomable Vinícius - Foto: AFP7 vía Europa Press

Carlo Ancelotti no puso paños calientes al final del derbi en el que el Real Madrid, gracias a una notable segunda parte, salvó el pasado sábado un punto ante el Atlético. Las dos caras de su equipo se debieron a varios factores, uno principal, la desatención de Vinícius, que jugó alejado de su zona de influencia e ignoró las órdenes que se le trasladaron desde el banquillo. 

Ya son 11 duelos entre ambos en LaLiga del brasileño sin gol. El extremo mostró en 90 minutos una versión alejada de su imagen de jugador decisivo, ubicándose por dentro en una demarcación en la que se solapó con Kylian Mbappé, y otra cercana a su identidad, pegado al costado, en la que desbordó, aumentó su protagonismo y fue una de las claves para levantar el partido.

«La idea era jugar por fuera también en la primera parte», respondió el entrenador italiano cuando fue preguntado directamente por la posición de 'Vini' en el primer acto. Por momentos, la convicción del técnico de mantener su 4-3-3 como sistema se modificó sobre el tapete por decisión del delantero de Sao Gonçalo.

El combinado merengue jugaba con dos futbolistas en punta sin que el balón llegase al área. La banda izquierda quedó huérfana, entera para un lateral como Fran García. Mbappé no cayó a ella y fue Rodrygo el que, en dos acciones, leyendo la situación, se cambió de costado. Vinícius se movía buscando protagonismo, caía demasiado a recibir para entrar en contacto con el balón, e intentó sin acierto dos disparos lejanos.

«A veces, con el bloque bajo del rival, 'Vini' va por dentro para buscar un pase a la espalda», reconoció Ancelotti, intentando entender a su jugador. «Es mejor ser paciente, como se ha visto en el gol», le recomendó en público.

Advertencia

Fue un tirón de orejas al extremo merengue por la decisión que tomó unilateralmente. El recuerdo de duelos perdidos con Marcos Llorente, que fue la apuesta de inicio como lateral de Diego Pablo Simeone para poner freno al brasileño, pudo impulsar el movimiento. 'Carletto' lo vio pronto, lo intentó corregir, pero las órdenes que se trasladaron en pleno partido desde el banquillo no fueron atendidas.

Tuvo que ser con una conversación en el descanso, cuando el Madrid ya perdía y había dejado dudas en la recta final del primer acto tras encajar el gol de penalti de Julián Álvarez, cuando la petición de Ancelotti se cumplió. Vinícius pasó a jugar en su demarcación natural, donde su técnico ha apostado por él todo el curso pese a la llegada de Mbappé. Y no tardó en generar desequilibrio.

De no completar ningún regate en el primer acto, pasó a marcharse con facilidad de rivales, a apurar línea de fondo y hacer sentir peligro al rival. Un pase medido a la cabeza de Jude Bellingham acabó estrellándose en el larguero. Otro a Rodrygo se tradujo en un disparo cerca del poste.

«No aprovechamos la amplitud como hicimos en la segunda parte, con 'Vini' y Rodrygo jugando por fuera», confesó el de Reggiolo tras ver el colapso táctico que sufrió su equipo en la primera parte y verse obligado a imponer su idea para una reacción que permitió al Madrid sostener el liderato de LaLiga.