Fue criticado por muchos, pero la decisión de Hansi Flick de colocar a Wojciech Szczesny como titular en el Barcelona cuando Iñaki Peña no había dado motivos para sentarse en el banquillo resultó acertada. El técnico alemán, que ya ha demostrado en más de una ocasión que no le tiembla el pulso a la hora de ejecutar cualquier plan en el que atisbe cualquier mínimo beneficio para el equipo, creyó que la veteranía del polaco acercaría a los culés a su techo competitivo más que el teórico titular tras la lesión de Marc-André ter Stegen. Y la noche del pasado miércoles en Lisboa, ante el Benfica (0-1), le dio la razón al entrenador de los azulgrana.

De hecho, tras ese encuentro, ida de la eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones, Szczesny ya para más (un 68,42 por ciento de los tiros a puerta) que la media de los guardametas de los otros combinados que participan en esta Champions (67 por ciento).

Su estadística, lograda como meta titular del Barça en los tres últimos enfrentamientos (4-5 contra el Benfica, 2-2 ante la Atalanta y 0-1 de nuevo frente al conjunto lisboeta) contrasta con la de Iñaki Peña, su predecesor en el puesto.

Y es que el español fue quien defendió la portería de los catalanes en los primeros seis encuentros de la competición continental, con un porcentaje de intervenciones del 37,5, el segundo peor de la Liga de Campeones, solo superado por el del meta del Mónaco Philipp Köhn (25 por ciento).

En Da Luz, el mismo escenario donde debutó con el Barcelona en la Champions encajando cuatro dianas en un partido loco que se decidió en el añadido, 'Tek' se redimió sosteniendo a su equipo -en inferioridad numérica desde el minuto 20 por la expulsión de Pau Cubarsí- para conseguir un triunfo heroico que vale su peso en oro.

El autor del gol milagroso volvió a ser Raphinha; Pedri, 'MVP' del encuentro, fue el 'faro' del conjunto blaugrana en el terreno de juego; pero Szczesny se erigió como el héroe al evitar el triunfo de los locales al detener los ocho disparos que el Benfica realizó entre los tres palos.

Fue una actuación memorable que hacía cinco temporadas que no protagonizaba un portero del Barcelona: desde que Marc-André ter Stegen paró los ocho tiros a puerta que el Slavia de Praga le hizo en el Eden Arena, en la fase de grupos de la Champions 2019/2020, en un partido que también acabó con victoria azulgrana (1-2).

Talismán

Repescado con 34 años para cubrir la baja del cancerbero alemán por una grave lesión de rodilla que se produjo a principios de temporada en la visita de los blaugrana al Villarreal, Szczesny aterrizó en la Ciudad Condal en el pasado mes de octubre gracias a la conexión polaca con Robert Lewandowski, el delantero estrella del cuadro catalán, y cuando estaba iniciando su retiro dorado en Marbella.

En principio, debía ser el suplente de Iñaki Peña, pero, en cuanto se puso en forma, Hansi Flick decidió que tenía otros planes para él. De momento, Szczesny lleva 14 partidos disputados con el Barcelona y 13 goles encajados (0,95 por encuentro), pero en ocho de esos choques ha logrado mantenerse imbatido.

Además, desde que ocupa la portería, el Barça no ha perdido nunca con él: 12 victorias y dos empates. Y es que 'Tek' ha aportado la serenidad y estabilidad bajo palos que el equipo español necesitaba para poder aspirar a todo esta campaña.

Cuando el 4 de enero se enfundó los guantes, el meta polaco acumulaba ya seis meses sin sentir lo que era ponerse bajo palos de una gran portería. Lo hizo por última vez en la fase de grupos de la Eurocopa 2024, donde su selección fue eliminada sin opciones de pasar de ronda.

A partir de ahí, se ha medido a Barbastro (0-4), Athletic (0-2), Real Madrid (2-5), Benfica (4-5), Valencia (7-1 y 0-5), Atalanta (2-2), Alavés (1-0), Sevilla (1-4), Rayo Vallecano (1-0), Las Palmas (0-2), Atlético (4-4), Real Sociedad (4-0) y Benfica (0-1). Un total de 14 partidos entre Liga, Copa, Supercopa y Champions, un período en el que el Barcelona cambió por completo la negativa racha que arrastraba tras un mal final de 2024.

Casualidad o no, todo coincidió con la llegada a la titularidad de un Szczesny que, además, ha experimentado una evidente mejoría en su juego más allá de las propias cifras. En la Supercopa de España, su primera prueba de fuego, dejó alguna duda contra el Athletic y ante el Real Madrid fue expulsado. Luego, en Lisboa, salió en la foto de dos tantos del Benfica.

Todo hasta hoy, donde la irregularidad la ha cambiado por una gran seguridad y su veteranía ha impulsado al cuadro de Flick.