El Cancionero de la Escuela de Dulzaina de Segovia

Gonzalo Ayuso
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Los actos del 40 aniversario de la entidad culminarán este año con la publicación de esta recopilación y un homenaje a antiguos profesores

Pasacalles de la Escuela de Dulzaina a principios de este siglo en la Calle Real. - Foto: José Francisco de Antonio

Cuenta Miguel Ángel Nogales, presidente de la Asociación Cultural Escuela de Dulzaina de Segovia, que durante el curso finalizado en junio sus integrantes han estado volcados en revisar partituras de diferentes maestros dulzaineros para llevar a cabo uno de los proyectos más ambiciosos del programa del 40º aniversario de la fundación de la Escuela, que se cumplió el año pasado.

Hace ahora aproximadamente un año se clausuró precisamente una exposición conmemorativa de esas cuatro décadas de historia de una escuela de dulzaina que surgió a partir de 1982, en ese momento de la mano de la Diputación y con Joaquín González-Herrero González, discípulo de Agapito Marazuela, como su primer director.

Quienes de una manera u otra están relacionados con el folclore segoviano coinciden en que la creación de esa Escuela de Dulzaina de Segovia fue fundamental para la recuperación y conservación de la música tradicional en la provincia.

Ensayo de la sección de Percusión este curso 2023/24.Ensayo de la sección de Percusión este curso 2023/24. - Foto: José Francisco de Antonio

En su momento, además de la sede en la capital, tuvo extensiones en Cuéllar, Santa Mª la Real de Nieva, Sepúlveda y Prádena pero, después de diferentes avatares, actualmente su única sede está en la capital segoviana, en las instalaciones municipales de la antigua fábrica de borra y cuenta con financiación del Ayuntamiento de Segovia y de la Diputación, a través de sendos convenios.  

Precisamente, el Ayuntamiento segoviano financió la exposición del 40º aniversario, en La Alhóndiga, y la Diputación se ha hecho cargo de la publicación del Cancionero, aportando además la figura de un comisionado, el historiador y dulzainero Rodrigo Peñas, «formado también en la escuela», según Nogales, que confía en que «para finales de año podamos llevar a cabo una buena presentación del 'Cancionero' que incluya un homenaje a los profesores vivos de todas las sedes que tuvo la escuela de dulzaina y a ver si sale y somos capaces de hacer un encuentro de escuelas de la provincia».

Sobre el trabajo de investigación en el Cancionero, el presidente de la escuela asegura que ha conllevado bastante dificultad porque, por  ejemplo, han querido incluir partituras de «muchas piezas que estaban solo en la mente de maestros como Mariano San Romualdo 'Silverio' o Luis Barreno (de Zarzuela del Monte)», un proyecto que ya se había iniciado en la década de los años noventa del siglo pasado y que ahora se ha retomado y adaptado.

Recoge también ese trabajo recopilatorio piezas de quienes fueron alumnos de esta entidad formativa «y que han alcanzado un gran nivel de composición y ejecución», o de maestros de las sedes que tuvo en la provincia, como Crescencio Martín, de Santa Mª la Real de Nieva, o Demetrio García Moreno, de Sepúlveda y Prádena, entre otros, pero también de piezas de Mariano Contreras 'El Obispo' e incluso de algunos de fuera de Segovia, como el dulzainero de Peñafiel Teodoro Perucha. Por supuesto, no podían faltar dos piezas de Agapito Marazuela. Una de ellas se incluyó en libro 'Agapito inédito', publicado por la Diputación, una diana, y otra es «la que llamamos Jota Comunera de Agapito Marazuela», que formó parte del disco 'Segovia viva' pero no había sido transcrita a partitura.

Se trata «de un trabajo digno, una reseña histórica de la Escuela de Dulzaina de Segovia, que contará con prólogo de Joaquín González-Herrero, que fue el mentor de aquel primer proyecto».
Por otra parte, reconoce Nogales que ha sido también «un trabajo delicado porque si seleccionas a unos maestros dulzaineros pero te dejas a otros puede parecer que alguien se sienta marginado o no reconocido. Hemos intentado que no sea así y hemos echado muchas horas de muchos días».

El Cancionero está ya en manos de la institución provincial y, por lo tanto, a falta del trabajo de diseño y edición, mientras la escuela se enfrenta al reto de un nuevo curso a partir de septiembre.