«No va a haber desarrollo económico sin sostenibilidad en los próximos años». El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, se mostró ayer contundente sobre la necesidad de avanzar en la sostenibilidad empresarial, la reutilización de la materias primas y alcanzar el objetivo de 'cero residuos' en la industria en el año 2050. Para ello, el Ejecutivo autonómico presentó ayer el Pacto de Economía Circular de Castilla y León, donde más de 130 entidades públicas y privadas, agentes económicos y sociales y empresas ya se han adherido o se sumarán con el reto de que el tejido industrial y empresarial de la Comunidad llegue a 2050 con «residuos cero».
Fernández Carriedo aprovechó el acto de presentación de esta iniciativa para poner en valor el trabajo que se lleva realizando desde hace tiempo en cooperación entre su departamento y el de Medio Ambiente, junto a las entidades locales de la Comunidad, la Comisión Europea y las empresas de Castilla y León. Es por ello que explicó que el pacto plantea «la sostenibilidad económica de Castilla y León como base» de su desarrollo, y se enmarca en la Iniciativa de la Comisión Europea Ciudades y Regiones Circulares, en la que la Comunidad fue seleccionada como una de las 12 entidades territoriales piloto, para desarrollar un «modelo de aceleración de la economía circular».
El consejero aclaró que el objetivo de alcanzar 2050 sin residuos en la actividad económica es «muy relevante» y responde a la ausencia, dificultad de acceso o elevados precios de las materias primas. Agregó que existe una lista de materias primas escasas o en riesgo de desaparición en la UE, por lo que el objetivo, tras años de dificultades de acceso a componentes e hiperinflación, es «extraer» estos productos y reutilizarlos.
El Pacto presentado es un acuerdo voluntario por el que las entidades firmantes manifiestan su compromiso para desarrollar un modelo de economía circular en su actividad y contribuir con ello a acelerar el proceso de transformación de la economía de Castilla y León. Esta medida pretende contribuir a la creación y consolidación de un 'ecosistema territorial de economía circular' que aúne a todos los agentes relevantes en el metabolismo económico regional, provincial o local, informa Ical.
Este modelo de economía circular se fundamenta sobre la creación de ecosistemas territoriales (clústers) que aborden soluciones sistémicas para las cadenas de valor prioritarias de la UE. Hasta este momento se han adherido a este pacto un total de 119 empresas y entidades.
Por otra parte, a preguntas de los periodistas, Carriedo afirmó que existe «coherencia» entre su apuesta por la economía circular y las exigencias del sector agrario y ganadero contra el Pacto Verde, con una jornada que se celebraba ayer también en Valladolid. En este sentido, insistió en que el sector primario «tiene toda la razón» en exigir flexibilidad en la normativa europea y que se exija a los productos que llegan de terceros países los mismos requisitos que se imponen en Europa. «No tiene ninguna coherencia que exijamos normativas y requisitos a nuestros países y se rebajen, se relajen o no se controlen cuando se produce fuera».