El Real Madrid continúa sin aflojar su ritmo en la actual temporada y firmó su decimoctava victoria en la Fase Regular de la Euroliga 2023-2024 al batir este martes con claridad por 71-92 al Bayern Múnich de Pablo Laso y permitir celebrar del mejor modo posible el histórico día para Sergio Llull.
El base de Mahón se convirtió en el BMW Park en el jugador que más encuentros ha disputado con el once veces campeón de Europa, 1.047, desempatando con Felipe Reyes. Y lo hizo con una buena actuación con 13 puntos, con 3/4 en triple, y 4 asistencias que ayudaron a su equipo a seguir firme en la máxima competición continental. Él, Poirier (18), Musa (16) y Hezonja (16) lideraron al actual campeón a derrotar a un rival que aguantó hasta la embestida final visitante cuando el choque se había apretado a cinco minutos del final.
De inicio, y tras un sentido homenaje a la figura de Franz Beckenbauer, recordado antes y durante el partido por ambos equipos y aficionados, el Real Madrid impuso su ley, esa que se basa en su trepidante ritmo ofensivo que aprendió precisamente con Laso. Los triples, algunos muy lejanos, entraban de la mano de Hezonja y Musa, que se combinaron para aportar 18 de los 24 puntos con los que los visitantes martillearon a su rival en el primer cuarto.
El Real Madrid no afloja en el día de Llull
Sin embargo, el botín no fue tan prometedor como parecía cuando el técnico vitoriano tuvo que detener el partido viendo cómo discurría (6-15). El parón frenó el acierto exterior madridista y el Bayern se metió en el choque de la mano de Ibaka, que a partir de ahí prácticamente 'desapareció', y Bolmaro, que estrecharon el marcador (16-17) antes de que los de Chus Mateo diesen otro estirón de la mano de Musa y una canasta 'marca de la casa' de un histórico Llull, que había entrado con menos de dos minutos.
El base de Mahón decidió mostrar su mejor versión en un día especial y se marchó a los vestuarios con 10 positivos puntos para su equipo que continuó dominando el encuentro en el BMW Park, sobre todo cuando volvió el acierto desde el triple, faceta en la que se marchó con un óptimo 8/15, buen argumento para controlar a un equipo alemán menos acertado y con el que mantenía una equilibrada batalla en el rebote, aspecto vital en ambos.
Campazzo y Llull comandaron esa vuelta del triple con dos aciertos cada uno en cuatro ataques consecutivos y que dispararon al actual campeón (27-42). Obst replicó desde fuera y Brankovic (8 puntos) desde dentro para evitar que al descanso hubiese mucho terreno por recuperar (36-45) para los de Laso, también algo lastrados por sus siete pérdidas, traducidas en 11 puntos visitantes.
El Real Madrid no afloja en el día de Llull
Parcial demoledor para acabar con el sueño local
El Real Madrid regresó a la pista dispuesto a abrir una brecha definitiva. No lo logró por la resistencia del Bayern, aunque el equipo bávaro tampoco pudo acortar lo suficiente la desventaja, por culpa en buena parte de Musa y Alocén. El alero bosnio aportó ocho puntos y siete el base, con más minutos por la baja de Sergio Rodríguez y que dejó buenos minutos, con un gran '2+1' incluido ante un Ibaka que había asustado antes con dos tapones a Hezonja y Musa.
El actual campeón volvió a estirar el marcador al inicio del tercer cuarto tras otro triple del bosnio (40-53), pero los locales no cejaron en su empeño, pese a que les faltó más 'colmillo' para acercarse más y no pudieron bajar de los ocho de desventaja, llegando a los diez minutos finales por encima de la decena (53-64).
El equipo de Mateo no aprovechó que su rival no empezó bien el cuarto final para 'matarlo' y vio cómo el partido se le endurecía (59-66) tras dos triples seguidos de los locales (Francisco y Weiler-Babb), lo que obligó al técnico madridista a parar el partido. Pero el triple ahora sí funcionaba en el Bayern y tras otro de Lucic, uno lejanísimo de Francisco dio esperanza a los de Laso (65-70), enfriada con una rápida respuesta de 5-0 (65-75).
Y cuando el Bayern se aferraba a sus opciones, el Real Madrid las destrozó sin miramientos. Un parcial de 3-20 acabó con cualquier atisbo de emoción y aseguraron una alegría en un día especial para Llull, la cien también para Chus Mateo como primer entrenador madridista.