Los comerciantes que semanalmente acuden a los mercados al aire libre que se abren en la provincia siguen apretando los dientes a la hora de plantearse su continuidad en estos espacios comerciales que cada siete días dan la oportunidad a muchos ciudadanos de poder realizar compras de productos básicos en zonas donde no hay una infraestructura comercial próxima a tal fin. La carestía de la bolsa de la compra y la crisis sanitaria del Covid comienzan a lastrar la actividad de los mercadillos, donde el empuje de las grandes superficies comerciales desplaza casi de forma irreversible.
Desde hace 25 años, Jesús Prieto regenta un puesto que asumió de un familiar dedicado a la venta de frutas y verduras, y es uno de los comerciantes más veteranos de los mercados en la capital. Su análisis de la situación de este negocio es descarnadamente real al asegurar que los mercados «ya interesan a muy poca gente» no sólo en el plano empresarial, sino también para los propios consumidores. «Vamos a peor porque es un negocio duro por trabajar a pie de calle y nadie lo quiere y cuando se jubilan los dueños de los puestos ya no los quiere nadie», asegura el comerciante. «Es la pescadilla que se muerde la cola, porque al haber menos puestos, también hay menos gente, asi que vamos para atrás», señala .
La afirmación de este retroceso la avalan las cifras negativas de número de licencias expedidas en los cuatro mercados al aire libre que existen en la capital - Nueva Segovia, San José, Plaza Mayor e inmediaciones de la Plaza de Toros-. Los datos facilitados por el Ayuntamiento señalan un descenso del 50 por ciento en el número de licencias para los puestos instalados en las zonas antes citadas; que han pasado de un promedio de 54 licencias registradas en 2012 a las apenas 24 registradas en el primer semestre de este año; y las cifras siguen descendiendo. Así, se ha dado la circunstancia este mismo mes de suspender la celebración del mercado de los jueves el 11 de octubre debido a la decisión de los propios comerciantes de no desplazarse a la capital al ser víspera de festivo y considerar la escasa afluencia de público previo a la celebración del 12 de octubre.
Otro preocupante dato es el número de licencias expedidas en junio de este año, que alcanzó las 21 autorizaciones, la cantidad más pequeña en la relación histórica de los mercados en la última década, a excepción de los meses de la pandemia, donde la actividad quedó suspendida desde marzo de 2020 a mayo de 2021
Los comerciantes son conscientes de este evidente descenso, y Prieto asegura que es un signo del creciente desinterés del público por esta oferta, aunque precisa que tampoco tienen facilidades por parte de las autoridades municipales. De esta manera, señala que los precios de la licencia municipal para los comerciantes «son de los más caros de España, lo cual no anima precisamente a quienes venimos a trabajar».
Las ordenanzas fiscales municipales de 2022 cifran el precio del metro lineal de los puestos en los mercados de Segovia Capital a 1,83 euros los lunes y martes en Nueva Segovia y San José; 2, 57 euros los jueves en la Plaza Mayor y 2,35 euros en el de los sábados de la Plaza de Toros. Estos precios no suponen un atractivo para los comerciantes, que señalan que los recintos carecen de servicios que pudieran justificar este precio. «No tenemos unos baños públicos, ni la posibilidad de poder conectar una cámara frigorífica o el pesaje electrónico, y sería recomendable tener la posibilidad de contar con este tipo de servicios». asegura Jesús Prieto.
Desde el Ayuntamiento de Segovia, el concejal de Comercio, Industria y Mercados José Luis Horcajo es consciente de que hereda una deuda envenenada con la gestión de estos espacios comerciales, pero también lo es de su importancia como elemento vertebrador de las zonas en las que se desarrollan, sobre todo en el caso del mercado de los Jueves, ubicado en un centro histórico que comienza a dar evidentes señales de despoblación.
Así, Horcajo señala que hay un importante problema de falta de relevo generacional en los responsables de estos negocios, coincidiendo con lo expresado por los comerciantes, lo que reduce significativamente la demanda de licencias para los mercados. De esta manera, en Nueva Segovia acuden sólo tres puestos, en San José la oferta se ha reducido a apenas media docena y los jueves llegan a la Plaza Mayor apenas una veintena de puestos.
Para incentivar la permanencia de estos espacios comerciales, el Ayuntamiento de Segovia está estudiando reducir las tasas que se cobran por metro lineal en las licencias a los puestos, pendiente de un estudio económico que haga viable su continuidad. El concejal señala que aunque no hay una decisión tomada a la espera del mencionado estudio, la cifra de reducción de tasas se estima en un 25 por ciento con el fin de mantener la actual estructura «o mejorarla si se puede», aseguró el concejal.
En la provincia En la provincia cerca de una veintena de mercados al aire libre (ver gráfico pagina anterior) permanecen abiertos a la espera de poder remontar una crisis que también se extiende al medio rural, donde estos espacios comerciales han formado parte durante décadas de la actividad económica más esencial de los pueblos y las comarcas.
Así, en Cuéllar, el descenso en el número de licencias para los puestos ha ido también en tono descendente, y sólo se mantienen un total de 19 puestos que llegan a la villa todos los jueves.
José María Pascual, oficial jefe de la Policía Local de Cuéllar, señala que actualmente hay 12 espacios vacantes en el mercado cuellarano, lo que refleja el escaso interés de los comerciantes por ocuparlas, motivado sin duda por la también escasa demanda. En este sentido, señala que la proximidad con la localidad vallisoletana de Íscar, con un mercado con mayor variedad de opciones, atrae a los cuellaranos en detrimento de la oferta que llega a la villa
El descenso es más doloroso en mercados tradicionales como el de la Romería de El Henar, donde en sus mejores años había hasta 200 puestos, y que este último año «apenas hemos alcanzado el centenar y se han quedado vacantes más de 50», asgura el oficial y responsable de mercados.
La situación es muy similar en el Real Sitio de San Ildefonso, paliada por el repunte que los meses de verano supone para esta actividad, espoleada por la presencia de turistas y veraneantes que pasan sus vacaciones en La Granja o Valsaín. Su alcalde Samuel Alonso, señala que su ayuntamiento mantiene la apuesta por fomentar esta actividad y señala que las tasas de ocupación que se cobra a los comerciantes «no han sido revisadas desde los años 90», con el fin de fijar su presencia en esta zona comercial. «Entendemos que los mercadillos no sólo ayudan a fijar población al dotar de servicios al pueblo, sino que son y pueden ser un atractivo para quienes nos visitan», asegura el regidor.