La red de calor proyectada por la Junta de Castilla y León dentro de las obras de ampliación del Hospital General de Segovia podría dar calefacción a toda la ciudad. Al menos eso se deduce de un 'Estudio prospectivo de demanda energética en la zona de Segovia' que Somacyl, la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León, encargó a raíz de la iniciativa ligada al complejo asistencial.
El director de área de Energías Renovables y Eficiencia Energética de Somacyl, Sergio Lara Pascual, explica que, dentro de las obras de urbanización y servicios de la ampliación del hospital, hay un parcela reservada para la instalación de la central de biomasa para esta red de calor, siguiendo el ejemplo que esta sociedad pública dependiente de la Junta está desarrollando desde hace años en otras ciudades de la Comunidad como Valladolid, León o Ponferrada, entre otros lugares.
En un primer momento, la red de calor de Segovia permitirá ofrecer un servicio de calefacción y agua caliente sostenible y más económico que el actual a la instalaciones antiguas del Hospital de Segovia, a las previstas en la ampliación, a la Escuela de Enfermería vinculada a la misma y a la Residencia Asistida de la Gerencia de Servicios Sociales que se encuentra a escasos metros.
A partir de ahí, la Junta prevé ampliar el servicio a otros de sus edificios públicos (como centros de salud) y tanto el Ayuntamiento de Segovia como la propia sociedad Somacyl estudian y trabajan conjuntamente en la posibilidad de alcanzar un acuerdo, similar al de otras ciudades, para extender la iniciativa al resto de edificios públicos, sobre todo los municipales pero también a comunidades de propietarios de viviendas privadas, especialmente a las que cuentan con sistemas de calefacción centralizados.
El alcalde, José Mazarías, comprobó in situ a principios de año en Valladolid el funcionamiento de estas redes de calor, en una ciudad donde ya llegan a cinco barrios con una población cercana a las 80.000 personas. El regidor segoviano ha mostrado mucho interés por una inversión millonaria a cargo de Somacyl, posiblemente con financiación europea que, eso sí, supondría levantar muchas calles de la ciudad para las conducciones o tuberías de la red de transporte de energía.
Lara recuerda que la Junta ha apostado desde hace una década por utilizar biomasa forestal «porque es un recurso del que dispone la Comunidad Autónoma, además en el medio rural, y disminuye el riesgo de incendios forestales».
Durante estos últimos años Somacyl ha dinamizado proyectos basados en biomasa complementados con otras renovables, ya que, por ejemplo, las centrales de la red de calor llevan integradas energía fotovoltaica.
Incorporación voluntaria. Las redes de calor se componen de una planta de generación de energía térmica renovable, mediante el uso de biomasa o biogás, y una red de transporte eficiente de agua caliente desde la planta hasta los edificios. En este sentido, las comunidades de propietarios de bloques de viviendas pueden voluntariamente hacer una solicitud para 'enganchar' su sistema de calefacción y agua caliente a la red de calor. No necesitarán una caldera propia, aunque pueden conservar como reserva la que les haya venido prestando servicio.
Entre las ventajas de este modelo, Somacyl indica la reducción de costes de mantenimiento, averías y renovación de calderas, la eliminación de ruido, mejora de la calificación energética de los edificios y mayor garantía y seguridad en el suministro energético.