La guerra de aranceles entre Europa y Estados Unidos también puede pasar factura a Segovia. Nuestra provincia se juega en esta batalla comercial 76,4 millones de euros, la cifra que suma las exportaciones e importaciones que realiza con el país que preside Donald Trump. Aunque representa apenas un 5,5% de su comercio exterior, la preocupación ya ha cundido entre las empresas segovianas, que de momento han optado por la cautela aunque empiezan a temer la llegada de una crisis o una recesión.
Huercasa, una de las compañías líderes en la comercialización de vegetales de quinta gama, exporta sus productos a Estados Unidos, especialmente la remolacha. «De momento estamos operando con normalidad. Estamos a la expectativa de lo que puede ir pasando, pero de momento estamos operando como siempre sin ninguna novedad. Es pronto por ahora para hacer una valoración», apuntan fuentes de la firma de Sanchonuño, presente en 38 países y volcada en el cultivo de 3.600 hectáreas entre España, Portugal, Francia y Rumanía.
Según datos de la Cámara de Comercio, 219 empresas de Segovia llevan a cabo importaciones desde Estados Unidos mientras que 49 exportan. Las relaciones comerciales entre nuestra provincia y el país norteamericano se han multiplicado a lo largo de la última década. En 2014 apenas suponían 22,4 millones de euros y el año pasado se elevaron a 76,4 millones de euros. El crecimiento llegó después de la pandemia y sobre todo de la mano de las exportaciones, que han aumentado un 602% desde 2019. Un auge que ahora está en jaque tras los últimos acontecimientos.
Los aranceles de Trump y Europa ponen en jaque 76,4 millonesEl presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el pasado 10 de febrero la implantación de aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio que importe Estados Unidos. «Es muy sencillo. Si nos cobran, les cobramos», esgrimió. Trump ya había decidido unos días antes imponer aranceles del 10% sobre los productos de China y del 25% para Canadá y México, aunque después suspendió la mayoría de los aranceles para estos dos últimos países. Tras la entrada en vigor de los impuestos al acero y al aluminio el pasado miércoles, Europa respondió recuperando los aranceles que aplicó a los productos estadounidenses en la primera guerra comercial de Trump (en 2018 y 2020), lo que generó una nueva reacción del máximo mandatario norteamericano. si la UE no elimina «de inmediato» el arancel del 50% al whisky procedente de EE.UU., impondrá en breve un arancel del 200% «a todos los vinos, champanes y productos alcohólicos procedentes de Francia y otros países representados por la UE».
Ningún sector del tejido productivo se atreve a considerarse a salvo todavía. «Lo que tenemos es que tratar de evitar esta absurda guerra comercial que se va a producir con esta guerra de aranceles que no conlleva nada,. Al final van a sufrir las empresas y van a sufrir los ciudadanos», advierte el presidente de la Federación Empresarial Segoviana (FES), Andrés Ortega. «La agresiva política proteccionista del presidente Trump es en sí misma una mala noticia porque ninguna guerra comercial resulta beneficiosa para nadie. Ni para las empresas de uno y otro lado, ni para los consumidores, ni para la economía en general, que previsiblemente experimentará una subida de la inflación. En este caso es, además, errática, por lo que es muy difícil realizar previsiones ajustadas sobre su impacto. Nos encontramos ante un 'negociador' muy imprevisible. En las últimas semanas hemos visto cómo, en muchos casos, el anuncio de subidas arancelarias, a veces desorbitadas, se ha utilizado como 'amenazas' en una negociación para luego decaer», añade la presidenta de la Cámara de Comercio de Segovia, María José Tapia.
Bodegas Avelino Vegas, Klein, Verescence y Pago de Carraovejas, empresas segovianas que también exportan sus productos a Estados Unidos, podrían verse afectadas por la guerra arancelaria. El Día de Segovia ha preguntado a estas compañías si ya han adoptado alguna medida como reacción, pero al cierre de esta edición no habían ofrecido ninguna respuesta. Guipúzcoa, por ejemplo, ha acelerado sus exportaciones para esquivar los aranceles.
«Lo menos malo de esto es que Estados Unidos no es un mercado significativo para las empresas de la provincia de Segovia. Su peso sobre el global no es grande como para que este anuncio genere alarma o catástrofe, más allá de los perjuicios puntuales que pudiera originar a determinadas empresas que sí tienen relación comercial. La diversificación de mercados es una realidad y entiendo que las empresas segovianas buscarán destinos alternativos (como los de América Latina, Oriente Medio y Asia), lo que resultará viable, como ya ha pasado en otros momentos como el anterior mandato de Trump, en el que se impusieron aranceles del 25% a ciertos productos agroalimentarios (básicos en nuestra provincia) y se buscaron nuevos acuerdos y socios comerciales para poder seguir exportando», destaca la presidenta de la Cámara de Comercio.
Las exportaciones de las empresas segovianas a Estados Unidos están encabezadas por las manufacturas diversas. Bajo este epígrafe facturaron 32,6 millones de euros el año pasado, muy por encima de los siguientes sectores, aparatos y material eléctrico (5,1 millones de euros), conservas de verdura o fruta (4,2 millones) y caucho y sus manufacturas (2,7 millones de euros). En el otro lado de la balanza comercial, la pasta de madera y el papel reciclado acaparan casi el 80% de las importaciones de la economía segoviana procedente de Estados Unidos con una factura de más de 23 millones de euros. La pasta de madera es un elemento imprescindible para la fabricación de pañales, pero Drylock ha indicado a esta redacción que lo compra en países escandinavos mientras que Ontex no ha respondido sobre las posibles repercusiones sobre su producción.
La FES tiene previsto organizar una reunión destinada a las empresas segovianas para informar con más detalle de esta guerra arancelaria y ofrecer recomendaciones para minimizar sus efectos. «Se está hablando de que va a haber una recesión en Estados Unidos y ya sabemos que, si ellos se constipan, nosotros también nos resfriamos», avisa el presidente de la patronal empresarial segoviana, Andrés Ortega. Un ejemplo se ha vivido en los últimos días con la subida del precio de los huevos por los brotes de gripe aviar que han afectado a la industria avícola de Estados Unidos.
Las empresas afrontan el reto de estar preparadas para este nuevo periodo. «creo que las cifras que tenemos a nivel de provincia no son excesivamente alarmantes como podría ocurrir en otras zonas con mayor dependencia estadounidense, pero esas empresas que sí que tienen operaciones comerciales pueden ir pensando un plan B por si la negociación resulta perjudicial para sus cifras de negocio. No obstante, confiando y conociendo a los empresarios, estoy convencida de que ya están trabajando plenamente en ello. Somos resilientes y en los últimos años venimos trabajando con mucha incertidumbre. Por desgracia ya estamos habituados a tener varias opciones de avance», reflexiona la presidenta de la Cámara de Comercio de Segovia, que pide a las empresas seguir apostando por la internacionalización «más allá de las dificultades puntuales de ciertos mercados».