Indignación en las VPO en obras de la Junta en Nueva Segovia

Nacho Sáez
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La Junta aprobó en 2021 invertir tres millones de euros para reformar y mejorar la eficiencia energética de 64 VPO de Nueva Segovia y, dos años después, los vecinos tienen incluso más desperfectos.

Yolanda de la Insúa muestra el estado del baño de su vivienda. - Foto: Rosa Blanco

La oposición en la Junta de Castilla y León reprocha al PP que sigan sin estar listos el instituto de San Lorenzo  y el centro de salud de Nueva Segovia o que haya tardado tanto en decidirse a ampliar el Hospital General, pero seguramente uno de los mayores fiascos de los últimos años de la Administración autonómica en Segovia haya sido la reforma y mejora de la eficiencia energética de 64 viviendas de protección oficial del barrio de Nueva Segovia. Dos años después de haber adjudicado estas obras a una empresa por tres millones de euros, la imagen de abandono en esos bloques de pisos -conocidos como La Fresneda y El Mayorazgo- es incluso mayor que entonces.

Yolanda de la Insúa vive junto a su hija en uno de ellos en la plaza de Valle Inclán. La bienvenida es un portal en el que los cristales están rotos. Lo demás, no lo mejora: buzones destrozados, cuartos trasteros abiertos a cualquiera y humedades. Muchas humedades. La mayoría fueron provocadas por las lluvias registradas el fin de semana del 2 y 3 de septiembre. De la Insúa muestra vídeos en los que se puede observar cómo el agua caía dentro de su casa como si estuvieran a la intemperie. «Tuvimos que bajar los plomos de toda la comunidad y salirnos a la calle porque nos daba miedo que se produjera un cortocircuito en cualquier momento», explica esta vecina.

La Junta de Castilla y León ha reconocido que las filtraciones se produjeron «por fallos de la impermeabilización provisional de los forjados de techo, una vez derribadas las cubiertas anteriores, al no haber concluido las estructuras de formación de pendientes de las nuevas cubiertas». Lo más sorprendente es que cerca de un año antes, en otro de estos bloques, habían tenido un problema muy similar, y la empresa que en aquel momento ejecutaba las obras era otra diferente.

Indignación en las VPO en obras de la Junta en Nueva SegoviaIndignación en las VPO en obras de la Junta en Nueva Segovia - Foto: Rosa Blanco

La Administración autonómica asegura que en diciembre concluirá la ejecución de las cubiertas de todos los bloques, pero pasa de puntillas por el hecho de que el proyecto inicial era mucho más ambicioso. Este incluía fotomontajes que mostraban un resultado final con modernas fachadas blancas y grises en sustitución del ladrillo visto actual. Ni rastro de eso hay. Tampoco de  la envolvente de las fachadas con la realización de un sistema de aislamiento por el exterior con la eliminación de puentes térmicos y la colocación sobre los muros de ocho centímetros de aislamiento con terminación en mortero.

La Junta de Castilla y León rescindió el 3 de mayo de este año el contrato con CHR Europa Gestión y Construcción SL, la empresa que resultó adjudicataria de esos trabajos por tres millones de euros -en la información proporcionada a esta redacción no especifica los motivos de la ruptura de la vinculación-, y pocos días después, el 9 de mayo, la compañía Tapias Rueda inició la finalización de las cubiertas  por un importe de 1,2 millones de euros.

La decepción entre los vecinos con el resultado del proyecto es palpable. Encima algunos sufren todavías las consecuencias de las lluvias de septiembre. El piso de De la Insúa está lleno de humedades. No se libra casi ningún rincón. Las tiene en el recibidor, en la habitación de su hija, en el baño, en la cocina, en el salón... Esta vecina recuerda a la perfección aquel fin de semana. «Tengo un amigo arquitecto y me dijo que, como se pusiera a llover, el agua se iba a meter en nuestras casas. Se lo dije a mis vecinos e incluso a los obreros y así fue», cuenta.

Comparativa entre las viviendas y el proyecto que se había diseñado.Comparativa entre las viviendas y el proyecto que se había diseñado. - Foto: DS

Una decena de familias tuvieron que abandonar sus casas y ser realojadas en hoteles. La Junta señala que todas ya han vuelto a sus hogares, que se han resuelto los cortocircuitos en la instalación eléctrica por la entrada de agua y que se han secado los paramentos interiores. Pero De la Insúa lo niega. «A mi casa tendrían que venir a secarlo todo. Llevo un mes haciendo pulverizaciones de vinagre y sigo con bronquitis», se queja.

El grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Segovia registró el mes pasado una serie de preguntas para interesarse por la situación de estas familias, e interrogó al Gobierno municipal sobre si era consciente de esta situación, qué actuaciones había llevado a cabo para atender a los vecinos afectados y si se había puesto en contacto con la Junta. «Aquí no ha venido nadie, nos sentimos abandonados», remarca la vecina mencionada, que ha tenido que gastarse 400 euros para comprar un nuevo calentador al haberse averiado el anterior.

La lavadora, que también se rompió a pesar de tener solo cuatro años, aún no la ha podido cambiar. Al menos de momento el seguro solo le ha reconocido el pago de una indemnización de 35 euros. «Todo el mundo pasa de nosotros olímpicamente. Yo llevo en este piso ocho años, pero por lo que me dicen la Junta no ha hecho nada en 20 años», asevera mientras señala unos llamativos agujeros que han quedado en una de las fachadas de otro de estos bloques tras la instalación de las nuevas cubiertas. «En mi casa suena una chapa que no hay quien duerma», añade.

Pero la Junta insiste: «Las reparaciones que es preciso acometer se están tramitando a través del seguro de la empresa constructora, que ha informado de que esta semana se iniciarán los trabajos. Ya ha comenzado la reparación de lo dañado en las zonas comunes de portales y escaleras de los edificios afectados, y en la actualidad se están tramitando también nuevos contratos para poder realizar la consolidación de fachadas de las viviendas, con obras que incluirán la reparación de las fachadas y la sustitución de las carpinterías exteriores de viviendas y portales, el aislamiento de la separación de las viviendas con las zonas comunes de portales o locales, y la sustitución de calderas obsoletas o dañadas».