Este domingo no hay sondeos que manden, sino la realidad de una fiesta de la democracia amplificada por un tópico cargado de verdad: cada voto cuenta, incluidos los que se acaban tachando de inútiles por no haber servido para ganar concejales. Habrá partidos pequeños que se queden cortos y no alcancen a convertir apoyos en escaños, sí, pero también partidos grandes con papeletas que no les sirvan para mejorar ni empeorar su representación. Aunque eso sólo se sabrá a posteriori, a urna pasada, cuando los analistas se vistan de expertos para sacar conclusiones y los ciudadanos que se hayan abstenido puedan arrepentirse al conocer que un puñado de votos determinó el futuro político de su localidad.
En el conjunto de la provincia de Segovia son 117.630 los ciudadanos llamados a participar, contando los que ya lo han hecho por correo, y sin descontar los de Cabezuela (482), donde no habrá elecciones hasta otoño por no haberse formalizado candidaturas en plazo.
Excepciones aparte, el censo provincial refleja 639 electores menos que hace cuatro años, con 115.835 españoles (-618) y 1.795 extranjeros (-21). La caída es especialmente significativa en la capital, que se queda con 38.182 al haber perdido 1.298 en ese intervalo; prácticamente tantos como votos suele necesitar allí una fuerza minoritaria para alcanzar la representatividad mínima necesaria por ley (5% de papeletas válidas) y ganarse el derecho a entrar en el reparto de concejales.
No en vano, el PSOE, en coalición con IU y con el apoyo puntual de Podemos-Equo, se ganó gobernar Segovia cuatro años más en 2019 por una diferencia de menos de 50 apoyos, que son los que separaron a Vox de poder entrar en el Ayuntamiento e inclinar el Gobierno a la derecha; o los que se lo permitieron a Podemos (entonces con Equo, ahora con Alianza Verde y bajo la marca Segovia en Marcha), mientras Cs se quedaba a 65 de un cuarto concejal que le habría dado la llave.
Ahora, sin embargo, la formación naranja se asoma al precipicio de su desaparición del Ayuntamiento de Segovia, según los sondeos.Claro que los últimos se hicieron entre marzo y la primera semana de mayo, y después de una campaña especialmente intensa por parte de Cs y muy comprometida con bolsas de electores claves como las de los barrios incorporados y Revenga, o la de colectivos como el de usuarios de los Avant, ¿quién descarta por completo que, salvando un solo concejal de tres, pudiera tener más peso que hace cuatro años para desequilibrar la balanza? Todo cabe, por más pronósticos que tienten a resumir la noche electoral de la ciudad en una suerte de dos bloques (PSOE, IU y Segovia en Marcha frente al PP y la posibilidad de que recurra a apoyarse en Vox si lo precisa).
Son esas travesuras aritméticas que trazan una fina línea entre el éxito y el fracaso las que obligan a relativizar los sondeos, fotos fijas de un momento determinado que para nada se parecen siempre a las que resultan de la jornada electoral. Con márgenes de error habitualmente pequeños que pueden acabar siendo grandes si se erigen en claves para formar gobiernos, según sobre quién recaiga cada escaño.
Con apoyo de los dos ediles de IU y el de Podemos-Equo, el PSOE hizo valer sus 10 de 2019 para sumar una mayoría absoluta a tres bandas que ahora, eso sí, se pinta más próxima al PP, que entonces se quedó en nueve y este domingo apunta a una horquilla de entre diez y trece, por ocho, nueve o diez de los socialistas, según qué sondeo se mire. Se presume la entrada de Vox con uno, dos o hasta tres ediles, mientras los dos grupos ubicados a la izquierda del PSOE se mueven entre cero y dos cada uno. Demasiadas incógnitas para dar nada por hecho, más allá de la certeza de que esta vez son seis las candidaturas en liza: PSOE (con la actual alcaldesa, Clara Martín, al frente), PP (José Mazarías),Cs (Noemí Otero), IU (ÁngelGalindo), Segovia en Marcha (Guillermo San Juan) yVox (Esther Núñez). Dos menos que en 2019, cuando también se presentaron Centrados yTierra Comunera y obtuvieron 1.073 votos (974 y 97) que ahora buscan nuevo dueño, aportando así otra incógnita a la ecuación. El PSOE logró entonces 8.919 votos, 485 más que el PP (8.434), que sí ganó las elecciones municipales de 2003 y 2011, pero por diferencias que neutralizó IU en ambos casos, facilitando que los socialistas lleven 20 años seguidos en el Gobierno local. Una nueva muestra de hasta qué punto todos cuentan, y más en estos tiempos en los que la irrupción de otros partidos eleva la probabilidad de división de apoyos, complica la consecución de mayorías absolutas en solitario y activa las combinaciones de sumas de fuerzas.
PROVINCIA. Más tiempo lleva el PSOE (desde 1991) gobernando en San Ildefonso, donde la candidatura del actual alcalde, Samuel Alonso, se la juega ante otras tres (PP, IU y Vox, y por tanto sin Cs ni Podemos) en medio del ruido provocado por una investigación judicial bajo secreto de sumario, además de una denuncia por otro asunto presentada por tres concejales del PP.
Desde 1991 gobierna también un mismo partido en La Lastrilla, en este caso el PP, con Elisabet Lázaro, que debe lidiar con la irrupción de tres partidos que no estuvieron en 2019: Vox, Unidos x LaLastrilla e IU, además del PSOE con Marisa Delgado.
El municipio segoviano con más candidaturas para elegir es El Espinar con ocho, incluidas tres agrupaciones independientes, aparte de PSOE, PP, IU, Cs y Vox, sin que Podemos se lea en ninguna de ellas. El popular Javier Figueredo buscará allí su segundo mandato y la socialista Alicia Palomo, recuperar la Alcaldía que perdió en 2019.
En Cuéllar, donde el PSOE (con Carlos Fraile) volvió a la Alcaldía en 2019 tras tres mandatos seguidos del PP, tampoco van cortos de candidaturas con seis, al concurrir allí también IU, Cs, Vox yCentrados. Valverde del Majano y Nava de la Asunción, en cambio, destacan como los municipios más poblados con menos listas: las de PP y PSOE, sin más.
Sin necesidad de esperar a recuentos, los populares ya tiene asegurada la victoria en 60 pequeños pueblos de la provincia donde no hay candidaturas alternativas con nombres suficientes que lo impidan. Es el partido que más listas ha presentado, para estar en 224 de los 226 pueblos de Segovia (209 municipios y 17 entidades locales menores); en todos menos Cabezuela, por su ya citada falta de candidatos, y San Cristóbal de Cuéllar, cuyos vecinos ya eligieron en marzo su particular selección de aspirantes a concejal para configurar una lista única que se ratifica este domingo.
Pero lo que suceda en el resto es una enorme incógnita por despejar, con el futuro político de una importante cantidad de localidades a expensas de un puñado de votos.