La escritora Mayte Esteban, natural de Guadalajara y vecina de la provincia de Segovia desde hace más de 20 años, rinde homenaje a la ciudad con su nueva novela de ficción 'La lectora de Bécquer', que transcurre a finales del siglo XIX y principios del XX, siendo el año "más importante de la historia" el 1902, durante las fiestas en honor a San Juan y San Pedro, en el mes de junio.
Esteban, quien lleva casi dos décadas dedicada al mundo de la escritura, es licenciada en Geografía e Historia, pero la falta de trabajo le hizo dejar la ciudad y emigrar al medio rural, eligiendo como primer destino el municipio segoviano de Turégano, donde se asentó durante cinco años, para después mudarse de nuevo a Cantalejo, "un municipio que me ha dado todo lo que necesito para escribir", comenta. Allí, comenzó su andadura en el mundo de la escritura, cuando en 2008 se apuntó al primer certamen de narrativa, en el que se posicionó la segunda y, tras otro, en el que alcanzó el podio, "pensé si era esto lo que tenía que hacer".
A partir de este momento, "me lo tomé más enserio" y, con un blog abierto, empezó a interesarse por el mundo de la autoedición, "me encargaron una charla sobre autoedición para una biblioteca y decidí autoeditarme una de las novelas escritas hace tiempo", pensando en que lo mejor sería practicar. Al sumergirse en el mundo de la autoedición, decidió ensayar con una de sus primeras novelas. Para ello, utilizó una imprenta online que generaba un e-book automáticamente que, al cabo del tiempo "me llegan rebotados correos de gente de El Salvador, Chile y México por la confusión de mi origen al venir de Guadalajara", confiesa. Esto le hizo darse cuenta de que había "un mundo nuevo" y se empezó a interesar por la edición digital, siguiendo los pasos que daban los demás.
En este sentido, con la llegada de Amazon a España, decide probar a autopublicar una de sus novelas, además de algunas otras que ya tenían los trámites del depósito legal y "ellas solas van generando lectores". Al llegar a su cuarta novela, 'Detrás del cristal', en 2013, "me encuentro que la novela explota y que en una quincena tengo siete ofertas editoriales", lo que hizo que alguien se fijase en ella y fuese reconocida.
Durante su trayectoria como escritora, Mayte recuerda la fecha de 2015, de una forma especial, cuando queda finalista con 'La chica de las fotos' en el Premio Internacional de Novela Romántica HQÑ de Arlequín "que crean para autoras en español de todo el mundo". Una novela que tuvo "una gran repercusión", sumada a la que tuvo 'Detrás del cristal', "que me convierte en una escritora mucho más presente en el mundo digital", aunque, asegura, los datos se mueven al papel "solos", quedando el mundo digital relegado a un segundo plano. 2022 también fue un año importante en la carrera profesional de Esteban, ya que en esta fecha ganó el HQÑ con la novela 'Sin fecha de caducidad'.
La lectora de Bécquer. Tras varios años pensando en la forma de rendir homenaje a Segovia, ya que cuando conoció la ciudad, confiesa que tuvo deseo de escribir una novela que transcurriera en ella. Sin embargo, no se veía capaz de escribir algo tan especial como lo era Segovia para ella. Entonces, se decide a hacer una ficción histórica en vez de novela porque lo que busca es rescatar la ciudad "la trama de los personajes de ficción se mueven en una ciudad real" y, también, existen los personajes secundarios. Para ello, practicó con 'Brianda', que transcurre en el Siglo de Oro y con 'La colina del almendro' que transcurre durante la Primera Guerra Mundial y, cuando se vio fuerte, con las herramientas asentadas "fue cuando empecé a escribir esta última novela".
Así nace 'La lectora de Bécquer', una ficción histórica en la que lleva trabajando cerca de dos años, que va a transcurrir desde finales del siglo XIX, "cuando acaba de terminarse la epidemia de cólera" y principios del siglo XX, concretamente 1902, "año que vertebra casi toda la novela", entre las fiestas de San Juan y San Pedro. Lo que narra, explica, es una historia que mezcla amor y tragedia en una ciudad de provincia, la Segovia de aquel momento, recorriendo sus calles y poniendo en juego a personajes de la época. Para ello, la autora ha buscado que el personaje protagonista, Ana, "sea un reflejo de esa ciudad", todo lo que le pasa a ella "es un reflejo de la vida social de la ciudad que, en ese momento, entra en declive". Decide, también, rememorar el romanticismo, "Ana vive aferrada a las Rimas de Bécquer y al romanticismo que hace que su espíritu sea romántico, en el que los sentimientos son su fuerza motora" y le permite actuar a través de la justicia.
Como autora, Esteban admite que le cuesta destacar una de las partes entre las 400 páginas y los 80 capítulos que la componen como "la más especial", asegurando que está enamorada de la novela, que dedica a la ciudad y a los segovianos, de principio a final. Sin embargo, destaca un momento "personal", cuando Lucía, uno de los personajes, habla en gacería "se utilizaba para hacer tratos sin que el interlocutor te entendiera y ella lo utilizaba para despistar a alguien y que perdiese el carruaje en la estación para sacarle dinero", haciendo referencia a la pillería de la lengua utilizada en la trama, propia del municipio de Cantalejo, en el que la autora reside.
Asimismo, como principal diferencia con otras novelas escritas sobre la historia de Segovia, la escritora destaca los elementos anclados en la realidad, ya que asegura que, aunque cambiado el horario, "todo lo que aparece en las fiestas está sacado de un programa de fiestas de la época" y señala la manera de escribir "fluida y rápida" que caracteriza la escritura "para que el lector no se atasque en sus 400 páginas", pudiendo leerla al completo en un par de días, "incluso los agradecimientos literarios".
Otros proyectos. Aunque la realidad de este 2024 sea la publicación de 'La lectora de Bécquer', Esteban explica que siempre está escribiendo y, a veces, dedica tiempo a más de una novela a la vez. Actualmente, además de la reciente novela de ficción, trabaja en otra ficción histórica que, asegura " me queda muy poco para terminar", así como una comedia romántica "que forma parte de un grupo de novelas ambientadas en un pequeño pueblo castellano" en el que dedica sus páginas a hablar de problemas compartidos en el medio rural como son la despoblación "con sentido del humor", para hacer una lectura divertida y ambientada en distintas épocas del año, como 'Con suerte en Navidad", ya publicada, en la que todo a todo el pueblo, cuatro personas, les toca la Lotería de Navidad y, a partir de ahí, monta una trama.
También destaca otro de sus trabajos que dedica a hablar sobre temas sanitarios y, aunque cree que para 2024 no tendrá ninguna de estas novelas acabadas, asegura que su plan actual es seguir con 'La lectora de Bécquer' "apoyarla, seguir adelante con ella y darle un hueco porque se lo merece", ya que es el resultado de casi dos años de trabajo diario.