La menor salmantina María Caamaño Múñez fue reconocida ayer con el Premio Castilla y León de los Valores Humanos y Sociales 2024. El jurado acordó, por unanimidad, concederle este galardón por ser la imagen y responsable del proyecto solidario 'La sonrisa de María', que busca recaudar fondos para investigar contra el cáncer.
Caamaño es salmantina, tiene doce años y padece sarcoma de Ewing, un cáncer catalogado como enfermedad rara con especial incidencia en niños y jóvenes. Desde hace un año, sigue un tratamiento experimental en el Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid.
El jurado destacó que la premiada es conocida en medios de comunicación y en redes sociales como la 'princesa futbolera guerrera', desde que levantó la Eurocopa en Cibeles durante la celebración de la Selección de Fútbol.
La niña fundó 'La sonrisa de María', junto con el torero Gonzalo Caballero, con el fin de apoyar los estudios médicos sobre el sarcoma de Ewing y otros cánceres. Desde entonces, se ha convertido en el rostro más mediático y sonriente de la solidaridad gracias a su presencia en espacios televisivos, galas y eventos culturales. La actividad humanitaria de la fundación gira alrededor de sus tres grandes pasiones: la tauromaquia, el fútbol y la música.
El jurado valoró «la bondad, la generosidad, la fortaleza y la empatía de María, que le han llevado a entregarse a esta iniciativa social para ayudar a otros niños en su situación, así como la alegría de vivir y la pasión que transmite en todas sus apariciones en público». Por todo ello, «se ha convertido en un referente de la lucha contra el cáncer en España», señala el acta.
Emoción.
Juan Caamaño, padre de la salmantina, valoró este reconocimiento como muy importante porque «da visibilidad a una enfermedad que tienen muchos niños», el sarcoma de Ewing, que según el CNIO, tienen entre 9 y 10 niños o jóvenes por millón de habitantes.
En declaraciones a Ical, Caamaño señaló que se enteraron en el coche y que la pequeña la vivió «con mucha emoción» porque es «un reconocimiento a la labor que hace» por visibilizar la enfermedad.
«Ella siempre está dispuesta a hacer lo que sea con una sonrisa», explica Juan, esperanzado en que «las autoridades pongan más recursos para estudiar esta enfermedad».