Un año y tres meses han pasado prácticamente desde que la Sala Cultural Alfonsa de la Torre bajó el telón por una inundación y ahora lo ha vuelto a subir coincidiendo con la pasada festividad de San Miguel en Cuéllar. Había muchas ganas de volver a contar con este espacio y eso se notó en el aforo completo que presenció la sala con 200 personas que acudieron al monologo programado en la reapertura.
A partir de ahora acoge la programación de Circuitos Escénicos que también debido a las obras se ha considerado oportuno programar para el último trimestre del año. La programación se mantendrá en ediciones sucesivas porque según comenta la responsable de Cultura, Maite Sánchez es una manera de acostumbrar al público a que estos espectáculos se celebran siempre en una fecha concreta del año. «Para Cultura es importantísimo recuperar un espacio escénico dotado, aunque sigue sin ser el espacio que nos gustaría por la visibilidad reducida de las columnas, pero es el que tenemos que utilizar en el invierno cuellarano. A partir de ahora esperamos que el público responda a la programación programada y que hemos puesto al alcance de todos para volver a aprovechar la sala», comenta Sánchez.
Durante todo el tiempo que ha estado cerrada la sala han sido muchos los avatares a sortear para poder reparar los daños causados por la fuga de agua ocurrida en una vivienda situada encima del recinto. Finalmente se han tenido que invertir algo más de 78.000 euros para recuperar las distintas zonas dañadas y afortunadamente el techo acústico no se estropeó, porque sino el importe hubiera sido mucho más. «Podía haber sido más. A primera vista ves el techo caído y sorprende. No sabes ni que ha pasado, pero por fin se ha podido recuperar», afirma la concejal Raquel Gilsanz, responsable de Educación y Servicios Municipales que se ha encargado de toda la gestión con los distintos seguros.
«La medición acústica de ruidos del techo funcionaba bien y eso nos dio cierto alivio porque no había que cambiarlo y era mucho coste. Lo que si se ha cambiado es el aislante y el propio techo», relata. De esos cambios se han dado cuenta algunos usuarios habituales de la sala que tras salir de la primera actuación comentaban que apenas había sufrido cambios.
Además se han sustituido los focos, la pantalla de conferencias, el telón de la cámara negra y ha sido necesario volver a tapizar algunas butacas. El trabajo en este punto ha sido tan pulcro que hasta se ha conseguido encontrar la misma tonalidad de la tela y no se nota la diferencia. El único cambio que no se ha podido hacer ha sido la eliminación de las columnas que es lo que todo el mundo comentaba con cierta ironía por la calle.
A lo largo de las obras, la actividad cultural se ha trasladado a otros espacios municipales. En la parte positiva Sánchez destacaba que se han descubierto nuevos lugares como San Martín o la Biblioteca Municipal, «pero también nos hemos dado cuenta que ciertos espacios no cumplen con los requerimientos del espacio escénico que se requiere para ciertas actuaciones, incluso en algunos casos tampoco lo cumple la sala y por eso seguimos trabajando en el proyecto de San Francisco», recuerda.
En cuanto a los otros espacios utilizados, Gilsanz comenta que sobre todo lo que más han echado de menos es poder albergar la cantidad de público para el que tiene cabida la sala, que además es un espacio acogedor.
Este mismo fin de semana comienza la programación de Circuitos Escénicos con propuestas de todo tipo que van desde la magia, los monólogos, el mentalismo y el teatro en distintas vertientes y pensando por ejemplo en la festividad de Todos los Santos o Halloween con la obra 'Frankristina' que se pondrá en escena el 2 de noviembre.
Esta obra es una interpretación libre del mito literario de Frankenstein y del cine expresionista alemán mezclado con humor terrorífico y poniendo el foco en la mujer. También se apuesta por la literatura clásica española e inglesa con 'El Lazarillo' pero enfocado como antihéroe y visto desde el flamenco y 'Amlethsen 5G The Cobaya Generation' en clave cómica sobre la obra de Shakespeare. La música clásica también tendrá su espacio con la obra de teatro 'En clave de Mozart'.
«Hemos intentado hacer una programación más abierta a más tipos de públicos y no solo hubiera teatro. Proponemos un menú para que todos los públicos, adultos y niños se puedan acercar a la vez, porque, aunque hay espectáculos especialmente indicados para niños, las familias pueden acudir con ellos a cualquier espectáculo porque lo van a entender», asegura la concejal de Cultura.
A esta programación se sumará del 4 al 11 de noviembre el Cine Club Arrebato quecelebrará la primera semana de Cine de Cuéllar con proyecciones de películas y actividades para todos los públicos.