Puestos a sacar alguna lectura del 'making of' del clásico posado electoral que preparó El Día con los candidatos a la Alcaldía de Segovia en vísperas del inicio de la campaña (ya en marcha oficialmente desde la medianoche del jueves al viernes), sin forzar demasiado cabe deducir que resultó ser fiel reflejo de la especial intensidad con la que se han vivido las semanas previas. Con tics, filias o fobias que ya en la víspera fueron desde la preocupación de unos por la posición que ocuparían en la imagen hasta la curiosidad (o inquietud) de otros por saber quiénes estarían (los cinco con representación actualmente en el Ayuntamiento o los seis que se presentan, sumando a Vox); o por si el tipo de posado elegido por el periódico encajaría con la imagen que pretende transmitir cada uno.

Cada detalle cuenta para algunos, por liviano que parezca. No en vano, hace cuatro años el futuro político de la ciudad lo determinó un puñado de votos: Vox se quedó a 48 de entrar en el Ayuntamiento y ese concejal, el vigésimo quinto de la Corporación, se lo habría arrebatado al PSOE, decantando a la derecha la balanza del Gobierno local; igual que si Cs hubiera obtenido 65 votos más. Y si Podemos hubiera tenido 49 menos, su edil habría sido también para la formación naranja.

Hoy, el futuro político de la ciudad vuelve a estar en el aire, como las letras que componen 'Segovia' y sostienen los candidatos en algunas de las imágenes del posado electoral. Respeto absoluto de todos con todos antes, durante y después de la sesión de fotos, pese a la escasa interacción con la candidata de Vox, Esther Núñez, salvo por leves acercamientos de cortesía del candidato del PP, José Mazarías, y poco más. 

De izquierda a derecha: Guillermo San Juan (Segovia enMarcha,Podemos-Alianza Verde), Ángel Galindo (IU), Clara Martín (PSOE), José Mazarías (PP), Noemí Otero (Cs) y Esther Núñez (Vox). - Foto: Rosa Blanco

No faltó la buena predisposición general a participar en la iniciativa, y así la cita se pudo fijar de un día para el siguiente. Eso sí, después de cruzar en la víspera decenas de llamadas y mensajes con unos y otros en un intervalo de casi siete horas, hasta consensuar finalmente las 13.45 del martes 9 de mayo en la Plaza Mayor, en medio de agendas repletas de compromisos.

El primero en llegar, con unos cuantos minutos de adelanto, fue el candidato de Segovia en Marcha (Podemos-Alianza Verde), Guillermo San Juan, que ya departía con Ismael Bosch (asesor de la alcaldesa y candidata del PSOE, Clara Martín) cuando se presentaron la fotógrafa y el redactor. A las 13.43 y 13.45, los aspirantes de PP e IU, José Mazarías y Ángel Galindo, acompañados por sus respectivos asesores (como todos). Esther Núñez (Vox), a las 13.49; y a las 13.50, llamada de la responsable de comunicación de Cs: «Antes de cinco minutos estamos ahí», avisaba con apuro. A esa hora también faltaba Clara Martín, que estaba atendiendo una videoconferencia en el Ayuntamiento y contaba con bajar una vez estuvieran todos.

De los seis candidatos, sólo Martín conocía el tipo de posado elegido por este periódico, ya que se decidió a última hora y hubo que solicitar a Alcaldía que prestara unas letras metálicas del Ayuntamiento. El resto lo supo allí sobre la marcha, y El Día optó por no dar indicaciones de ninguna clase y ver cómo reaccionaban, si se quedaban a la expectativa de recibirlas o se autogestionaban el reparto de posiciones.

«Seis espacios entre letra y letra», comentaba Mazarías, mientras no perdía ocasión de tomar la iniciativa el asesor del PSOE, que improvisó por su cuenta un ensayo en el que propuso a los candidatos ocupar ciertas posiciones según consideró, sin que nadie planteara ninguna objeción: a la izquierda de todos, Segovia en Marcha; segundo por la izquierda, IU; en el extremo derecho, Vox; segundo por la derecha, Cs; el centro derecha, para el PP; y el centro izquierda, para el PSOE, que aunque no hubiera bajado Martín para entonces, contó con la (presumiblemente) nada espontánea colaboración de su portavoz, Miguel Merino, quien le reservó el hueco.

«A ver si algún candidato va a usar las letras para algo que no sea esta foto», había deslizado Isma Bosch poco antes, mientras empleados municipales traían y colocaban las letras. Dicho y hecho, durante el ensayo, Mazarías cogió una para que su asesora le hiciera una foto: «La V de victoria», dijo. «La V de víctima», replicaba Bosch entre bromas. «Ya me la pasarás», añadió Merino.

Instantes después, pasadas las 13.55, aparecía Noemí Otero. El asesor del PSOE le sugirió ocupar el lugar que le había dejado, y sin haber escuchado la conversación previa, resulta que la candidata naranja la continuó: «Mira Ismael, me ha tocado victoria», dijo señalando la V y la I.«O vía muerta», le replicó el aludido. Martín había bajado poco antes y ya estaba en su puesto.

Una vez realizadas las fotos en la plaza, con las letras en el suelo y luego también cogidas por los candidatos, aceptaron subir al balcón del Ayuntamiento para hacerse otras, y a las 14.10 ya estaba todo listo. Martín se volvió a la videoconferencia que había dejado a medias, Galindo también se quedó en el Consistorio y el resto salió rumbo a sus quehaceres tras una rápida despedida. Un hasta luego, dado que la campaña electoral no ha hecho más que comenzar, si bien es muy probable que todos no quepan en el Consistorio después del próximo 28 de mayo.

REPRESENTACIÓN ACTUAL Y EXPECTATIVAS. Con 25 puestos de concejal en liza y la mayoría absoluta fijada en 13, de las elecciones de 2019 resultó un reparto de 10 concejales para el PSOE, frente a nueve del PP, tres de Cs, dos de IU y uno de Podemos-Equo, candidatura homologable en esta próxima convocatoria con la de Segovia en Marcha (Podemos-Alianza Verde). De ahí salió el Gobierno actual, con la suma de ediles de PSOE e IU más el apoyo puntual del único de Podemos-Equo.

Los dos sondeos realizados este año y publicados hasta la fecha (uno encargado por CyLTV y otro por el propio PSOE) dan una horquilla de entre 11 y 13 concejales al PP, 9 o 10 al PSOE, uno o dos a IU, entre cero y dos a Podemos (aún no se conocía su nueva marca), uno o dos a Vox y ninguno a Cs. Se vaticina así la victoria del PP en ambos casos, saliendo ganador hasta en la encuesta del PSOE, si bien ésta da la posibilidad de que los socialistas sigan gobernando con diez concejales, o incluso con nueve, en el caso de que Podemos (con proyección de 1 o 2) e IU(1-2) les apoyen con tres o cuatro.

Claro que los escenarios que perfilan las encuestas no dejan de ser fotos fijas, y además tomadas esta vez cuando ni siquiera se conocían las candidaturas. Ni la marca Segovia en Marcha, ni la cabeza de lista de Vox, ni las listas completas de ningún partido, cuando los votos que atraigan quienes acompañan a cada candidato se presumen claves para definir un resultado que se mantiene más que abierto. Con el PP como favorito, sí, pero cabe que logre mayoría absoluta (13 concejales de 25) y pueda gobernar en solitario con solvencia, como también que las izquierdas le superen por pactos que alcancen al menos esos 13, tal y como pasó en 2003 y 2011. Pero si PSOE, Segovia en Marcha e IU se quedan en 12 o menos, cobraría fuerza la opción más probable: que a los populares les baste 'sólo' con tener un voto más que el PSOE, toda vez que, si no hay mayorías absolutas, la ley electoral ampara que gobierne la lista más votada. Todas ellas, hipótesis avaladas por unos sondeos que, por otro lado, tampoco sería la primera vez que fallan.