La Gimnástica Segoviana no levanta cabeza. Ya desde antes de partido con las lesiones de Rodrigo Sanz en el hombro; y la de Chupo en el calentamiento, se pudo adivinar que no era la tarde de los de Ramsés Gil, que desaprovecharon una jornada en la que había que ganar, pero que al final cayeron derrotados (0-2) ante un Ourense que no desaprovechó los regalos de un rival que controló el partido, pero que volvió a carecer de pegada.
De este modo, tras un periodo de igualdad, los de casa estuvieron a punto de que la fortuna les sonriera, con un mal pase atrás al portero de un defensa, en el que el balón se quedó frenado, justo antes de traspasar la línea de gol. No hubiera estado mal este regalo del equipo gallego, que de aquí hasta entrada la segunda parte estuvo totalmente encerrado. Este era el camino a seguir por la Sego, pero para completarlo tenía que llegar algo que se le viene resistiendo durante todo el año: el gol.
Pasado el descanso la Segoviana continuaba mandando, pero de nuevo vio cómo en apenas tres minutos el rival marcó dos goles, sin más, que a la postre significarían los tres puntos para los ourensanos. El primero fue obra de Carbonell, que dejó atrás a la defensa para plantarse solo ante la mala salida de Oliva, que dejó desguarnecida su portería y provocó el primer tanto de la tarde. El segundo fue, incluso, de peor suerte, ya que llegó tras un salida de balón de Oliva que rebotó contra Ángel Sánchez, quien controló la pelota, regateó a Oliva y la clavó.
Quedaba aún mucho tiempo. Algo más de media hora en la que los gimnásticos no se amilanaron e intentaron dar la vuelta al resultado. Pero los de Ramsés se quedaron a las puertas, y el tiempo se les agotó. Por si fuera poco Tellechea se lesionó a pocos minutos de entrar en el campo, y no pudo continuar jugando. Esta derrota deja a la Segoviana penúltima, a un punto del Barça Atlètic, que es el colista.