La Diputación de Segovia ha remarcado su apuesta por implantar un modelo de cuidados y apoyo que "pone a la persona en el centro y que trasciende el concepto de una casa con paredes, habitaciones, muebles y electrodomésticos", para lograr un hogar con "fotos en las paredes, olor a café recién hecho y ambiente de calor y cuidado".
Así lo ha señalado el presidente de la institución provincial y diputado del Área de Servicios Sociales, Miguel Ángel de Vicente, quien ha celebrado el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo con una visita a la Unidad de Convivencia La Pradera, integrada en el Centro de Servicios Sociales La Fuencisla, en Palazuelos de Eresma.
El líder provincial ha compartido parte de la mañana con los residentes de la Unidad de Convivencia, sus cuidadores y otros técnicos de Servicios Sociales que han acompañado a sus colegas de La Fuencisla en esta jornada de reconocimiento internacional de su trabajo.
El diputado de Servicios Sociales también ha destacado que desde que hace más de diez años se apostó por este modelo de Unidades de Convivencia, se trabaja para lograr espacios, donde se comparte con los seres queridos complicidad, tranquilidad, paz, risas, amor, privacidad, intimidad, junto a discusiones, contratiempos, disgustos o malas noticias.
Como ha resaltado De Vicente, construir ese esquema así en un centro de estas características "cuenta con una gran dosis de implicación de las profesionales, que velan por la dignidad de las personas".
PUBLICACIONES EDITADAS
La visita de De Vicente a La Pradera ha servido también para presentar dos publicaciones editadas por la Diputación, que exponen dos estudios desarrollados sobre el esquema de cuidados basado en las Unidades de Convivencia.
La primera publicación ha sido coordinada por la directora del CSS La Fuencisla, Carmen Galán, y lleva por título 'El trabajo de acompañar a las personas'. Galán ha indicado que, en todo este campo de los cuidados, "no es suficiente el 'saber hacer', sino que se tiene que 'saber ser' y 'saber estar', como competencias profesionales clave, indispensables y necesarias para prestar unos cuidados dignos y de calidad".
En esa línea, aboga, por un lado, por un acompañamiento consciente, que se fije en "conocer, mostrar afecto, en comunicar, en los pequeños acontecimientos cotidianos, en el respeto a la toma y elección de decisiones, y en el espacio como parte del acompañamiento". Y, por otro lado, la importancia de los procesos de trabajo, con claves para su abordaje.
El segundo estudio presentado es 'El modelo de los cuidados de larga duración en los CEAAS Sepúlveda-Pedraza', desarrollado por la trabajadora social Beatriz Llorente, técnica del CEASS referido en la publicación.
Según Llorente, su trabajo plantea, entre otros aspectos, si "los cuidadores son respetuosos con la realización de los proyectos de vida que se incluyen en el modelo" o si "perciben este proyecto de vida como una carga más que se añade a sus labores de apoyo".
Además, la trabajadora social remarca el papel de la comunidad como "pilar en este modelo" y en todo el proceso de cuidado y acompañamiento, y que ha incluido el trabajo de campo, con cuestionarios entre los usuarios, trabajadores de Asuntos Sociales y figuras representativas para los usuarios, como el alcalde o los sanitarios del centro de salud.
Cabe destacar que los centros residenciales de la Diputación de Segovia (dentro de los que se desarrollan las Unidades de Convivencia) tienen una inversión prevista para este 2024, en adaptación de espacios, cercana a los 2,3 millones, mientras que los Servicios Sociales Básicos tienen prevista una aportación de casi 3'7 millones de euros.
Por centros, el gasto efectivo referido a 2023 ha sido de más de once millones de euros en el Centro de Servicios Sociales La Fuencisla; más de 3,6 millones en la Residencia La Alameda; casi 4,4 millones en el CAPDI Los Juncos; algo más de dos millones en el centro Juan Pablo II, y prácticamente 153.000 euros en la Casa de Acogida La Alborada.