La Real Sociedad ganó por 1-3 al Almería, colista de LaLiga EA Sports, en un partido sin brillantez, pero en el que impuso su calidad para hundir aún más a un conjunto andaluz que no aprende de los errores de otras citas y tiró por la borda todo su trabajo al encajar dos goles en el tiempo añadido, marcados por Carlos Fernández, en el minuto 91 de penalti, y Martín Zubimendi, en el 95.
Los almerienses lograron igualar el 0-1 adverso con el que se adelantó la Real a los 62 minutos, por medio de Mikel Oyarzabal, gracias a un tanto de Sergio Arribas tras un rechace de Álex Ramiro a tiro del brasileño Lázaro Vinícius, pero fue un espejismo porque se vino abajo en la recta final de la segunda mitad, incapaz de evitar el triunfo de un pragmático conjunto donostiarra que, sin estar bien, sumó tres valiosos puntos para seguir en la zona alta.
La Real Sociedad liquida al colista - Foto: Carlos Barba
El equipo de Imanol Alguacil dominó una primera parte en la que tuvo llegadas, un tiro al palo del nigeriano Sadiq y otro remate del exjugador rojiblanco que salvó el luso Maximiano, y aunque en la segunda el partido estuvo más nivelado, el Almería por necesidad y el cuadro txuri urdin por calidad, la Real se adelantó y luego impuso su efectividad para decepción de los locales.
La Real Sociedad liquida al colistaEn el comienzo, los donostiarras, a través de la presión, fueron metiendo al Almería en su parcela para no dejarle crecer en ataque. De hecho, durante la primera parte el equipo de Gaizka Garitano no fue capaz de disparar ni un disparo entre los tres palos de un Álex Remiro que casi no tuvo trabajo.
Todo lo contrario le sucedió a Luis Maximiano, que tuvo que intervenir en un par de ocasiones para frenar el ímpetu goleador del cuadro vasco. Oyarzabal fue el primero en intentarlo, con sólo dos minutos de juego, pero su disparo no encontró portería.
Sí lo hizo el posterior lanzamiento de Sadiq Umar, que dejó a su paso a Édgar, Robertone y Chumi y se sacó un zurdazo que se fue a la base del palo, en una demostración de la capacidad de gestión de los de Imanol Alguacil, que adelantaron líneas y obligaron al equipo rojiblanco a meterse atrás y a defender como única forma de subsistir.
El Almería no tuvo otro modo de estar en el partido, ya con menos capacidad de presionar la salida del balón de la Real, que vivía y crecía en la zona de tres cuartos, imponiendo su presión y buscando a Sadiq como jugador referencia para tener las ocasiones más claras.
Así sucedió justo antes del descanso con un 'zapatazo' del nigeriano que Maximiano mandó a córner con la punta de los dedos, si bien antes hubo un disparo de Turrientes y de Aihen Muñoz que no encontraron portería.
En la reanudación, Imanol metió a Mikel Merino y al japonés Take Kubo para revolucionar el partido. Sin embargo, el Almería gozó en este tramo de llegadas al área de Remiro, pero sin posibilidad de mejora, al contrario que el conjunto donostiarra, que marcó en el 59 en una acción que remató con el brazo Beñat Turrientes y, por ello, quedó anulada.
Tres minutos después sí llegó el gol de los realistas, en un saque de esquina de Zakharyan que tocó en el primer palo Aritz Elustondo y Mikel Oyarzabal desvió lo justo para poner a la Real por delante.
El Almería se vio obligado a reaccionar porque ni siquiera el empate le valía. En el 66, el belga Largie Ramazani marcó en una contra, pero el gol fue anulado por fuera de juego, mientras que a la Real le empezó a pasar factura la acumulación de partidos y, en el 76, una buena acción de ataque acabó con un disparo de Lázaro Vinicius, sin marca en la frontal del área, que Álex Remiro no pudo blocar y Sergio Arribas remachó a gol para empatar.
Le sirvió al Almería para encarar mejor los minutos finales. En el 85, en otra llegada, Ramazani cayó dentro del área ante Le Normand, pero no se señaló nada, y en el 87 el guineano Mendes evitó el 1-2, que llegó en el 91, tras una mano dentro del área de Sergio Akieme, al convertir el penalti el sevillano Carlos Fernández.
Esto 'mató' al Almería, ya sin capacidad de reacción y que encajó cuatro minutos después el 1-3 definitivo, al marcar Zubimendi en un córner que prolongó de cabeza Elustondo para que su compañero sentenciara.