El Obispado de Segovia ha lamentado una cacerolada ayer en Fuentesaúco de Fuentidueña que dificultó "la digna participación en la eucaristía" y que obligó al párroco pedir la intervención de las Fuerzas de Seguridad del Estado. El origen de este suceso tuvo lugar en la negativa del sacerdote a que se celebrara, a las 19.00 horas, un concierto de la Orquesta de Pulso y Púa Tres Olmos. En opinión de la Diocésis, lo sucedido "atenta contra la libertad religiosa y libertad de culto garantizado por la Constitución Española".

En un comunicado remitido a los medios ha exhortado además "al pueblo cristiano a que defienda sus derechos ante hechos que suponen una intromisión en el ámbito de libertad propio de la Iglesia o dificultan el desarrollo digno y pacífico del culto". También según el Obispado, la 'cacerolada' carecía de autorización legal y fue por la negativa del cura párroco a que el concierto programado para las 19.00 horas a cargo de la Orquesta de Pulso y Púa Tres Olmos en la plaza de la Iglesia, como consta en el programa, tuviera lugar en el interior del templo, como pretendían los miembros de la asociación organizadora".

Del mismo modo la Diócesis ha remarcado que, según las normas de la Santa Sede y de la Conferencia Episcopal Española, en los templos parroquiales e iglesias sólo está permitido organizar, en contextos de oración y meditación, audiciones de música sacra, dado el carácter sagrado del templo. Por ello, se requiere siempre el visto bueno de la autoridad eclesiástica para permitir los programas que deben ser presentados con tiempo suficiente para su aprobación. En la programación de la XXXVII Semana Cultural de Fuentesaúco de Fuentidueña, organizada por la asociación cultural Grupos Activos, el cura había autorizado que en la eucaristía de las 13.15 horas interviniera un coro rociero, que no se presentó.