La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal con base en Valladolid dedicada a las estafas bajo el engaño del hijo en apuros. En total han sido detenidas 14 personas, trece en la provincia vallisoletana, y una en Benidorm. Concretamente, en esta localidad alicantina se apresó al líder de la organización, una persona de origen dominicano y con nacionalidad holandesa. Además, hay otras ocho personas investigadas.
En la operación, realizada por el Grupo de Ciberdelincuencia-Investigación Tecnológica de Valladolid, se han detectado 17 estafas con un fraude total que asciende a 105.000 euros, mientras que la rápida actuación de los investigadores permitió bloquear transferencias por valor de 30.000 euros.
La operación, según explicó el comisario provincial, Francisco Oterino, la operación se inició el pasado mes de junio después de que una entidad bancaria detectara una operación sospechosa por parte de un cliente en una sucursal de Valladolid que estaba intentado reintegrar una cantidad de dinero procedente de una estafa a una víctima que había denunciado los hechos en la localidad madrileña de Majadahonda (Madrid).
Esta persona resultó ser una "mula", miembro de la banda que es el encargado de recibir dinero de víctimas para a continuación, previo cobro de un porcentaje del dinero, hacérselo llegar al escalón superior en la organización. Durante esta primera fase se procedió a la detención en Valladolid de seis personas, cinco mulas y una persona encargada de su captación. Además, también se identificó al líder de la organización, un varón de origen dominicano pero con nacionalidad holandesa, que se había trasladado desde este país a Valladolid con el fin de desarrollar la estructura criminal necesaria para estafar a numerosas víctimas repartidas por toda España. Esta persona, tras la oportuna europea de detención, fue arrestado en Benidorm en octubre.
Al mismo tiempo y con la colaboración de las comisarías locales de Ronda y Cartagena y la Comisaría Provincial de Zaragoza, donde denunciaron alguna de las víctimas, llevó a la completa identificación de otras 15 personas pertenecientes a la estructura criminal en el escalón de mulas.
La segunda fase de la operación arrancó a finales de noviembre y ha servido para detener a siete personas más, -seis mulas y un captador-. Así mismo se identificó e investigó a otras tres mulas en Valladolid, dos en Barcelona, dos en Alicante y otra de origen holandés.
De esta forma se desarticuló completamente la organización criminal que con base en Valladolid había estafado a 17 víctimas repartidas por todo el territorio nacional - tres en la provincia de Madrid, dos en la provincia de Málaga, una en Granada, dos en Cataluña, dos en Zaragoza, una en Palma de Mallorca, una en Cuéllar, una en Alicante, dos en Telde, una en Cartagena y otra en Badajoz-.
El fraude total ocasionado ha ascendido a la cantidad de 105.000 euros, habiendo podido bloquear, gracias a la prontitud de la denuncia de alguna de las víctimas y la rapidez de la actuación de los investigadores, varias transferencias fraudulentas por un montante de unos 30.000 euros.
Millones de mensajes
Según explicó Oterino, el líder de la banda era el encargado de enviar desde un ordenador millones de mensajes a través de SMS o Whaatsapp y esperar que alguna persona "picara". Tras contactar con las víctimas -padres o madres-, se hacen pasar por sus hijos y les solicitan diversas cantidades de dinero, utilizando para ello diferentes pretextos. Los estafadores utilizan siempre teléfonos móviles diferentes a los habituales de los hijos, diciendo que escribían desde el teléfono de un amigo, ya que se les había estropeado el suyo y que necesitaban de forma urgente dinero en una cuenta que aparecía en el mensaje, para así poder comprar otro móvil nuevo, ya que se encontraban incomunicados.
Si el padre o madre víctima del fraude hacía el ingreso en la cuenta indicada, los estafadores continuaban con el engaño dándoles otros pretextos, como el haber sufrido un accidente o necesitar unos billetes de avión, para que realizaran más pagos pudiendo llegar a pagar cantidades que han llegado a los 50.000 euros.
En esta estafa, las denominadas mulas son las personas titulares de las cuentas bancarias receptoras del dinero de las víctimas. Estas personas son captadas de distintas formas: en algunas ocasiones
físicamente por captadores de mulas que les ofrecen una cantidad de dinero por colaborar con la organización, en otras ocasiones a través de internet como por ejemplo a través de supuestas ofertas de empleo, recibiendo de repente un dinero por adelantado por un supuesto trabajo que en realidad no ha realizado.
Consejos
Además de intentar contactar con su hijo, desde la Policía Nacional se ofrece una serie de consejos para evitar este tipo de estafas. Se aconseja mantener la calma, que es todo lo contrario que buscan los estafadores con sus mensajes angustiosos, y se recomienda preguntar al interlocutor algún dato que sólo puede saber su hijo o ponerle algún "cebo" para comprobar que el interlocutor es verdaderamente su hijo, como decirle, por ejemplo, que si se toma todos los días una pastilla (cuando por ejemplo no toma ninguna medicación) o preguntarle cómo está su perro (cuando no tiene en realidad).
Además, también se recomienda no realizar transferencias inmediatas, dado que los delincuentes las retiraran muy rápido y luego las víctimas no podrán recuperar el dinero. Por último, ante cualquier duda se recomienda llamar al 091 antes de realizar un ingreso de dinero y si ha caído en el engaño acuda a la Comisaría de la Policía Nacional lo antes posible a denunciar los hechos.