Desde tiempos casi inmemoriales, los vecinos de Aldeanueva del Codonal veneran a su patrona, Nuestra Señora del Pinarejo, bajo cuya protección sitúan la vida cotidiana del pueblo, encomendándole así su intervención ante cualquier eventualidad o desastre natural o producido por la mano del hombre.
Así, durante la Guerra de la Independencia, la historia cuenta que la intercesión de la virgen hizo que el río Voltoya se desbordara cubriendo el puente de piedra y las demás entradas al pueblo para impedir el paso de las tropas napoleónicas dispuestas a arrasar al pueblo en represalia por el asesinato de un general francés. La intervención mariana también se evidenció en el relato milagroso de dos jóvenes del pueblo a los que al cruzar el río con el carro "se les llevara (el río) sin remedio, y se encomendaron a Nuestra Señora y se libraron de la furia del agua".
Estos son algunos ejemplos de las manifestaciones populares relacionadas con las avenidas e inundaciones en la provincia, que fueron objeto de análisis y estudio por el geólogo segoviano Andrés Díez Herrero en el trabajo "Manifestaciones culturales populares en torno a las avenidas e inundaciones en la provincia de Segovia", donde disecciona algunos de los relatos historicos y tradicionales vinculados a estos sucesos. En el trabajo, Díez Herrero precisa que estas manifestaciones culturales en relación con las avenidas e inundaciones se organizan en cuatro grandes bloques, en función de si se trata de sucesos milagrosos atribuidos a vírgenes o cristos, actuaciones preventivas para saber dónde y cuando va a ocurrir la inundación o evitar que lo haga en determinadas zonas, o actuaciones correctoras para reducir sus daños mientras están ocurriendo o una vez ocurridas.
En cuanto a los hechos milagrosos, Díez Herrero documenta hechos atribuidos a la intervención de la Virgen del Henar en la comarca de Cuéllar, y pone como ejemplo la salvación de una religiosa de las aguas documentado en el siglo XVIII por J. De Villafañe que atribuye a la advocación cuellarana. De igual modo, en San Miguel de Bernuy se ha recurrido a lo largo de la historia a la Virgen del Río para pedir que bajen las aguas de las crecidas del río Duratón o que parase de llover para evitar inundaciones.
En Segovia capital, la tradición y la historia han atribuido a la intercesión de su patrona la Virgen de La Fuencisla varios hechos milagrosos relacionados con inundaciones asociadas al desbordamiento del río Eresma, Asi, Díez Herrero recoge en su estudio varios textos de la 'Probanza' del notario Maldonado en 1611, que recoge el testimonio de sacerdotes y cofrades de la virgen para que «digan lo que saben» sobre supuestos hechos milagrosos atribuidos a la patrona segoviana en crecidas en el arroyo Milanillos, los ríos Moros y Eresma e incluso su intervención en la crecida de un río en la localidad salmantina de Peñaranda de Bracamonte.
Para el geólogo segoviano, el factor común en las descripciones de estos hechos milagrosos radica en la inmediatez del ascenso súbito de los caudales en las avenidas registradas en aquella época, asociadas a lluvias torrenciales estivales de tormentas convectivas "características d ellos cambios climatológicos del inicio de la Pequeña Edad del Hielo".
La intervención divina también se concreta, de acuerdo con los datos del estudio, en manifestaciones preventivas sobre inundaciones. En este sentido, pone como ejemplo la leyenda del "tragón del Rastrillo" recogida en Madrona y referida al rio Frío; que relata las vicisitudes de un pastor al que el desbordamiento del río acabó con parte de su rebaño y apeló a la intercesión del Cristo de la Salud golpeando el suelo con su garrote para abrir un agujero que haga pasar el aguaal otro lado del pueblo para librarse de las inundaciones. La leyenda señala que tras golpear el suelo, el agua se metía bajo ella tierra yendo a parar al otro lado, y Díez Herrero precisa que se basa en la observación real de una poza de roca calcárea que filtra el agua hacia un acuífero kársticomuy frecuente en la provincia de Segovia.
Un dato curioso que recoge este estudio es el referido al uso de limnimarcas de inundaciones pasadas en algunos pueblos de la provincia, plasmadas en inscripciones, placas y marcas de altura alcanzada por la inundación. De este modo, destaca la existencia de placas metálicas grabadas que recuerdan la inundación sufrida en una vivienda de Pajares de Pedraza en 1996, cuyo propietario decidió instalar en una barra de la bodega y en el muro exterior de un patio trasero de la casa con la frase "aquí llegó el agua del río".