Hispania Nostra añade otros tres edificios a su "lista roja"

M.Galindo
-

La estación de ferrocarril de Ortigosa de Pestaño, el Molino de Gamones en Palazuelos y el esquileo de Rancho Alfaro en Santo Domingo de Pirón elevan a 29 los inmuebles históricos en riesgo de desaparición registrados en la provincia

La estación de Ortigosa de Pestaño se incorporó a la lista el pasado 27 de septiembre - Foto: Hispania Nostra

En 2007, la Asociación Hispania Nostra - fundada en 1976 con el objetivo de preservar y poner en valor el patrimonio histórico desde el prisma de la colaboración ciudadana- puso en marcha la iniciativa "Lista roja del patrimonio", con el objertivo de advertir a la sociedad sobre el riesgo de desaparición o ruina de algunos valiosos ejemplos de edificios religiosos, industriales o civiles cuya importancia histórica merece una mejor suerte. Esta lista  se ha convertido en el escaparate público de la falta de celo en la conservación del legado histórico existente a nivel nacional, con la intención de poner en la picota aquellos casos considerados más urgentes por su estado de conservación.

Desde la citada fecha, la Lista Roja ha incorporado a su nómina edificios singulares también en Segovia, donde la relación alcanza ya los 29 inmuebles, que prueban  el estado de abandono de algunos que merecerían mejor suerte. El año 2024 concluirá con la incorporación de tres nuevos edificios a esta  vergonzante relación, una de las más amplias registradas en la provincia desde la existencia de esta lista; algunos de ellos con un recorrido mediático que ha acompañado esta denuncia.

Las dos últimas incorporaciones se han sucedido hace apenas un mes y con una semana de intervalo entre ellas, lo que pone de manifiesto el interés ciudadano por que figuren en esta lista. Así, el pasado 27 de noviembre Hispania Nostra  recogía la situación de ferrocarril de Ortigosa de Pestaño, un edificio de patrimonio civil cuyo estado de conservación amenaza ruina y que llevó a un grupo de vecinos del pueblo a impulsar una iniciativa dirigida a Adif  para solicitar rotección que evite su su desaparición.

La estación fue puesta en funcionamiento el 1 de junio de 1888 con la apertura al tráfico de la línea Segovia-Medina del Campo, un eje ferroviario que vivió sus años de apogeo en las décadas de 1940 y 1960 con un intenso tráfico  de viajeros y mercancías. En la descripción que figura en la lista, destaca la "gran actividad" de la estación en esta época, que llevó a articular un barrio en torno a este recinto ferroviario hasta la clausura de la línea en 1993 debido a la falta de rentabilidad económica.

Una semana antes, la Lista Roja incorporaba la situación del Molino de Gamones, en Palazuelos de Eresma, catalogado dentro del Inventario de Patrimonio Industrial de Castilla y León y que fue un antiguo molino harinero construido en el siglo XVIII por el arquitecto José Diaz Gamones responsable de obras como la Casa de los Infantes o la Real Fábrica de Cristales de La Granja de San Ildefonso. El informe de la asociación indica que los restos que se conservan del edificio principal están en "semiruina", con daños estructurales ocasionados por  su uso , y los mecanismos hidráulicos originales han desaparecido prácticamente.

Este año  también se ha incorporado a la lista  el esquileo y lavadero de Rancho Alfaro en Santo Domingo de Pirón, documentado como uno de los recintos industriales más importantes relacionados con el comercio y el transporte del ganado al estar en el cruce de importantes rutas como la cañada real Soriana Occidental y la carretera del puerto de Malangosto que conecta ambas mesetas a través de la Sierra de Guadarrama. El informe define el estado de conservación de este inmueble como «lamentable», con un avanzado estado de ruina donde se conservan restos de corrales y patios de trabajo y edificaciones residenciales, pero expuestos a la intemperie ya la destrucción procurada por el paso de ganado vacuno.

Estos tres nuevos ejemplos se suman a otros que se mantienen en la lista y que esperan algún tipo de ayuda en forma de rehabilitación. Entre ellos, destaca por su importancia  el palacio de Valsaín, cuya estructura permanece en completo abandono a la espera de que se concrete el proyecto de consolidación de los restos y la adecuación del entorno mediante la ejecución del convenio con SEGIPSA. El edificio se incorporó a la Lista Roja en 2014, sin que hasta la fecha se hayan realizado avances significativos sobre su conservación.

Otro de los casos más antiguos de la lista - incluído en el año 2008- es el Convento de La Hoz en Sebúlcor, un extraordinario ejemplo de patrimonio religioso que fue fundado en 1231 en pleno cañón del río Duratón y tras su reconstrucción dos siglos más tarde por Isabel la Catolca llegó a albergar el primer colegio de misioneros de España. Tras la desamortización de Mendizábal el convento fue abandonado y sus bienes repartidos en distintas parroquias de la provincia y en manos privadas, y pese a su estado de completo abandono, cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural.

Muy cerca de este recinto, figura también el castillo de Fernán González en Sepúlveda, construido en el siglo XVI  y que incluye torreones de la muralla árabe del siglo X. El edificio, situado en plena plaza mayor de la villa, es considerado por la asociación como «bastante deteriorado», pese a contar también con la declaración BIC, y el hecho de que actualmente se encuentre deshabitado amenaza con producir la ruina total del edificio, conforme a los datos facilitados por la  ficha de la asociación.

El antiguo priorato benedictino de San Martín de Casuar, situado en las hoces del Río Riaza, es otro de los ejemplos negativos de patrimonio que figuran en esta relación, aunque cuentan también con la declaración BIC, que se define como «en completo abandono y degradación» pese a contar con  valiosos elementos arquitectónicos que acreditan su origen románico.

En Segovia capital, el ejemplo más sangrante es la Casa de Buitrago, en la plaza de Santa Eulalia, una construcción de finales del siglo XV que conserva únicamente sus muros perimetrales y su portada y que se conservan mediante la acción municipal de consolidación a través de enormes vigas que afean su espacio. También con la declaración BIC, la Casa Buitrago  «está sufriendo un rápido deterioro y presenta una seria amenaza de desaparición», conforme a los datos de la ficha elaborada para incorporar este elemento a la lista.