Detrás de la abrumadora victoria electoral del PSOE en 1982, con una mayoría de 202 diputados hoy inconcebible con el actual mapa político, no sólo estaba el incontestable carisma de Felipe González, sino un equipo de expertos y políticos dirigidos en la sombra por Julio Feo Zarandieta, que supo entender la necesidad del cambio político en los albores de la Transición y con un intento de golpe de Estado aún fresco y trasladarla a la sociedad con un mensaje que consiguió calar en la sociedad española.
Unos le llamaron «arquitecto», otros le consideran el primer «fontanero» de La Moncloa, pero en ambos casos coinciden en destacar el relevante papel que tuvo en los primeros años del gobierno socialista, navegando no sólo en las inciertas aguas de la política nacional, sino en la aún más procelosa marea de la política internacional.
De aquellos episodios que ya forman parte de la Historia, el veterano político conserva un ramillete de recuerdos en forma de fotografías en su archivo personal de las que ahora puede verse una selección de casi 40 instantáneas en la exposición «El archivo fotográfico de Julio Feo. De las primeras elecciones democráticas a la entrada en la Comunidad Económica Europea», que puede verse en el patio del Archivo Histórico Provincial hasta el próximo 31 de enero.
Las fotografías seleccionadas -que han sido copiadas para la muestra para preservar el estado de los originales- forman parte de la colección personal que Julio Feo ha donado al Archivo Provincial, que consta de un total de 88 fotografías realizadas entre los años 1977 a 1987 en los que militó activamente en el PSOE y ocupó el cargo de Secretario General de la Presidencia del Gobierno en la primera etapa de Felipe González.
María Pía Senent, directora del Archivo, explica que la idea de la exposición surge de forma inopinada cuando Feo decide trasladar su residencia a la localidad segoviana de Muñopedro y en la mudanza encuentra varios álbumes de fotografías de viajes y momentos importantes de su carrera política y profesional. «Yo le comenté la posibilidad de que las pudiera donar al archivo, y no dudó en aceptar el ofrecimiento», explica la directora. A la vez, le sugirió la posibilidad de poder dar a conocer este legado, a lo que también no sólo accedió de buen grado, sino que colaboró en la selección y catalogación de las fotos que forman parte de la actual exposición.
De este modo, la exposición realiza un recorrido cronológico por los diez primeros años de la democracia en España desde el prisma del PSOE, con fotos que por si mismas cuentan algunos de los episodios más singulares del periplo del Gobierno socialista tanto en España como en sus relaciones con otros países.
Así, la muestra recoge fotografías de González con líderes mundiales de la época como el canciller alemán Helmut Kohl, el presidente de la extinta Unión Soviética e impulsor de la 'Perestroika' Mijail Gorbachov o el líder de la revolución cubana Fidel Castro, sin olvidar a otros como el coronel Gadafi o el líder de la OLP Yasser Arafat.
Todas ellas prueban la delgada línea en la que se movía la diplomacia española de la época, sin olvidar los frentes abiertos en un país en el que el terrorismo de ETA y los intentos involucionistas amenazaban a diario el aún tierno y recién estrenado sistema político.
Hay otras fotos en la exposición que cuentan episodios algo más domésticos de la vida de González, a la que Feo estuvo muy ligado. De este modo, pueden verse imágenes como de la mítica «bodeguiya» de La Moncloa a la que se atribuía sede de conciliábulos políticos o la del momento en que Felipe González recibe la llamada de Alfonso Guerra para comunicarle su victoria electoral en 1982, que atendió Feo en primera instancia y en la que el entonces 'alter ego' de González le dijo «pásame con el futuro presidente del Gobierno de España».
La muestra tiene también como curiosidad varios dibujos originales del caricaturista político José María Pérez 'Peridis' que Julio Feo recibió como obsequio y que no han sido publicados, en los que se representa el primer gobierno socialista de la democracia bajo el prisma de uno de los mejores dibujantes de la historia de las tiras de humor político en la prensa española.
Para María Pía Senent, el valor documental e histórico de las fotos de la exposición reside en que plasman momentos «que se alejan de lo meramente institucional y que rompen con la oficialidad de los actos que habitualmente salen en la prensa, lo que les da un carácter inédito muy interesante que puede ayudar a interpretar de otra forma la política de la época».