El escándalo tras el supuesto fraude electoral en los comicios de Venezuela continúa agitando al país. Si una vez finalizado el sufragio, la candidatura opositora, liderada por Edmundo González y María Corina Machado, ya denunció irregularidades en el recuento de papeletas y reclamó el triunfo al sacar una distancia de cuatro millones de votos cuando se habían escaneado el 73 por ciento de las actas, ayer fue el Centro Carter, prestigioso organismo norteamericano, el que puso en entredicho la democracia del proceso.
La institución, especializada en la observación de elecciones, concluyó que los comicios carecieron de la integridad suficiente e incumplen los estándares internacionales, por lo que «no pueden considerarse democráticas». La organización, que no ha podido verificar ni corroborar los resultados declarados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que dieron la victoria a Maduro, señaló que el hecho de que las autoridades electorales del país no hayan anunciado los datos desglosados por cada una de las mesas constituye «una grave violación de los principios electorales».
«Los comicios se celebraron en un entorno de libertades restringidas para los actores políticos, las organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación. Durante el proceso, el CNE mostró una clara parcialidad a favor del partido en el poder», recogió el documento.
Además, la oenegé alertó que el recuento de votos se vio perjudicado por los plazos cortos, los pocos lugares de registro y una información pública «casi mínima».
Debido al caos en las calles que está sufriendo Venezuela, donde ya ha habido 11 fallecidos, María Corina Machado indicó ayer durante una multitudinaria concentración en Caracas que el bloque antichavista mayoritario no acepta «el chantaje» del Gobierno «de que defender la verdad es violencia». En contraposición, Maduro culpó a Edmundo González de estas muertes. «Lo hago responsable, señor González Urrutia, de todo lo que está sucediendo en Venezuela, de la violencia criminal, de los heridos, fallecidos, de la destrucción, usted será el responsable directo», arremetió.
Por otro lado, los dirigentes de la oposición rechazaron la propuesta del Gobierno de Costa Rica de otorgarles asilo político. «Nuestra responsabilidad es continuar esta lucha junto a la gente», zanjó Corina.
«Total transparencia»
En este contexto, el Ejecutivo español se pronunció ayer sobre el supuesto fraude electoral. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, insistió en que «sigue de cerca» la situación. «Deben poder verificarse los resultados con total transparencia, por lo que es necesario presentar las actas», concluyó el socialista.