Un llamamiento a la responsabilidad al resto de formaciones políticas con representación en el Ayuntamiento de Segovia ha realizado este jueves el alcalde, José Mazarías, para que en el pleno del día 31 se apruebe definitivamente la Ordenanza que regula la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), cuya entrada en vigor está prevista para el 1 de enero del año que viene.
Ha pedido coherencia especialmente al Grupo Socialista porque considera que se trata de un proyecto iniciado en el anterior mandato, cuando se tramitó una ayuda de fondos europeos de 4 millones de euros para su implantación, que tendría que devolverse de no salir adelante la iniciativa. "Se trata de un proyecto suyo que nosotros hemos asumido", ha afirmado en rueda de prensa.
La portavoz socialista, Clara Martín, informó el miércoles de que su grupo está manteniendo reuniones con el equipo de gobierno del Partido Popular de cara a la aprobación definitiva de esta ordenanza municipal pero sostuvo que en el PSOE apuestan "por una movilidad sostenible" y sus "lineas rojas" para votar a favor pasan por fomentar el transporte público" y "por olvidarse del expermiento de las lanzaderas".
El Grupo Socialista municipal asegura que está mostrando disposición a alcanzar acuerdos para la mejora de los servicios públicos e infraestructuras y, en este sentido, solicitan al PP una rebaja en el precio del billete del autobús urbano, una medida que considera necesaria una vez que el 1 de enero del año que viene desaparezca la bonificación actual.
"Si tenemos esa zona de bajas emisiones, lo que se necesita es precisamente que se fomente el acceso a la misma mediante el transporte público asequible al bolsillo de todos y de todas", según argumentó Martín.
Sin embargo, el alcalde califica de "peregrinas" esas reclamaciones, en el caso del precio de los urbanos porque su aprobación es muy reciente y "supone apenas unos céntimos" y en cuanto a las lanzaderas para comunicar la plaza de la Artillería con el recinto amurallado, ha insistido en que se seguirán haciendo pruebas, de común acuerdo con el Grupo Avanza, aunque sin precisar las fechas.
Mazarías considera necesario buscar alternativas al gran número de viajes de este servicio público en los que los autobuses salen y entran del centro histórico "transportando aire".
Sí admite que en el ensayo de septiembre se cometieron dos errores que serán enmendados en la próxima prueba, como que las lanzaderas partían de un lugar diferente al de finalización del trayecto del resto de líneas del transporte público o que no llegaran hasta la calle de Colón. Por otro lado, ha comentado que se contará con un microbús eléctrico para ese nuevo test.