Con fecha del próximo martes 4 de julio arranca un mandato cargado de hitos para la Diputación y el conjunto de la provincia. Por inversiones propias, debería ser el mandato del fin de obra y apertura del palacio de congresos de La Faisanera, entre 2024 y 2025, pasados ya más de diez años desde que se presentó el proyecto, y el del desarrollo y puesta en marcha del parque de bomberos, también a partir de 2024.
Por proyectos compartidos, se espera que sean años clave para el polígono industrial de Bernuy que promueve la Junta, mientras alumbra un Plan de Fomento Territorial (aún sin arrancar), dotado con varias decenas de millones para generar o revitalizar el tejido empresarial de buena parte de la provincia, del que la Diputación ha hablado poco de momento, aunque tendrá su rol; y 20 millones de euros en nuevas depuradoras en el medio rural.
Por iniciativa privada, el mandato puede estar marcado a su vez por el desarrollo urbanístico del sector Quitapesares (Palazuelos), mientras la Diputación, ya libre de aventuras inmobiliarias tras traspasar a Madaria S.L. (familia Aguinaga) la sociedad Quinta Real (antigua Segovia 21) con todos esos terrenos menos los que ocupa La Faisanera, prevé retomar el viejo proyecto de construir una nueva conexión viaria con la estación del AVE que atravesaría esa misma zona.
Al mando del Palacio Provincial estará Miguel Ángel de Vicente (Segovia, 1967) junto a otros 14 diputados que le aseguran una holgada mayoría absoluta en el Pleno, integrado por 25 escaños, con ocho del PSOE, uno de Vox y uno de IU; otro mandato más sin una oposición con fuerza parlamentaria suficiente para obligarle a negociar, y van nueve seguidos para el PP desde 1995. Vía libre para gobernar por la parte política, sin margen a bloqueo alguno, más allá de lo que pueda resultar de la necesaria labor de fiscalización que asuma el resto de partidos.
Será su segundo mandato como presidente y el séptimo desde su estreno como diputado en 1999. Alcalde de Collado Hermoso desde 1991, mano derecha de Francisco Vázquez durante sus ocho años de presidencia (2011-2019)… Ahora es él, el diputado más veterano de la Corporación junto a su compañero de filas Basilio del Olmo, quien está llamado a alcanzar los ocho años al frente del Gobierno provincial.
Lo hará sobre un tablero político diverso y dispar: PP, PSOE, Vox e IU, con estos dos últimos partidos abocados a formar un antagónico grupo mixto y compartir por ello turnos en los plenos y también medios, al no alcanzar los tres diputados para poder tener grupo propio. Pero con casi todas las fichas de su lado, después de que los populares hayan crecido además de 13 a 15 diputados con respecto al mandato que acaba de terminar. Salen tres: Sara Dueñas, la ausencia más llamativa tras haber sido vicepresidenta desde 2019 y perder las elecciones en La Losa el 28M; Azucena Suárez, que se centra en su nueva labor como concejala de Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Segovia; y el concejal de Ayllón César Buquerín. Entran a cambio cinco nuevos: los alcaldes de El Espinar (Javier Figueredo), La Lastrilla (Elisabet Lázaro), Sotosalbos (Feliciano Isabel Jimeno), Riaza (Benjamín Cerezo) y Sanchonuño (Carlos Enrique Fuentes). Ahora todos los miembros del Grupo Popular son alcaldes salvo uno, Jaime Pérez, quien ya lo fue de Santa María la Real de Nieva de 2011 a 2019 y el 28M se volvió a situar como número 2 en la candidatura del PP, que ganó de nuevo con Pilar Ares a la cabeza.
Enfrente tendrá al PSOE con ocho diputados, dos menos que el mandato pasado, tras sufrir su peor resultado electoral desde 1999. Por el partido judicial de Cuéllar contaba con dos representantes y ahora se queda con uno, Carlos Fraile (alcalde de Cuéllar), en detrimento de su homólogo de Navalmanzano, Pablo Ángel Torrego. Dentro del partido judicial de Segovia, pasa de seis a cinco escaños, pero aparte de la salida cantada de Concepción Rubio, ya exconcejala de El Espinar, prescinde de Borja Lavandera, uno de los pocos socialistas de la provincia que el 28M logró retener su Alcaldía (Trescasas) con mayoría absoluta. En su lugar entra Lucía Otones, concejala en Roda de Eresma, aparte de asistente parlamentaria en el Congreso durante los últimos años. Claro que ser alcalde no es garantía de nada para entrar en el PSOE de la Diputación, donde sólo dos de los ocho lo son: Carlos Fraile por Cuéllar y Samuel Alonso por San Ildefonso. De hecho, Rubén García de Andrés, por ejemplo, siendo otro de los alcaldes socialistas más solventes (en Torrecaballeros), también sigue fuera.
Vox, por su parte, se estrena en el Palacio Provincial con un escaño que ocupará Pedro María Varela de Sagarra, concejal en San Ildefonso desde este recién iniciado mandato, abogado y asesor jurídico; mientras IU vuelve 16 años después y apuesta por Ana Peñalosa, también abogada, aparte de concejala en Segovia, donde ejerció como concejala de Servicios Sociales durante el mandato 2019-2023 y ahora se ha quedado como número 2 de su partido en la oposición.
ESCASA PRESENCIA FEMENINA. La incorporación de la diputada de IU maquilla mínimamente la aún hoy escasa presencia de mujeres en el Pleno provincial, con sólo seis frente a 19 hombres. Su techo se consolida en las siete del mandato anterior, el mismo que se marcó en 2003-2007. Sin necesidad de remontarse al siglo pasado, en 2011-2015 llegó a haber sólo dos (ambas del PSOE y ninguna del PP), e incluso una en 1999-2003 (del PP).
En total repiten 17 diputados del mandato pasado (diez del PP y siete del PSOE) y debutan ocho (cinco del PP, uno del PSOE y los de Vox e IU), con un reparto (y desequilibrio) de fuerzas parecido al de 2015-2019 (entonces con 14 del PP, 9 del PSOE, uno de Cs y uno de UPyD). Ahora con una mayoría más sobrada para el partido en el Gobierno, que abarca hasta los 'títulos' de más joven y más mayor de la Corporación:Elisabet Lázaro, que cumple 33 años en octubre, y Basilio del Olmo, con 69 ya cumplidos este 2023 y alcalde de Barbolla desde 1983. A finales de julio (en principio el día 27) tendrá lugar el pleno de organización; y cuatro años por delante en los que, si De Vicente y el PP no firman más éxitos que fracasos, difícilmente podrán culpar al empedrado político.