Aplausos y halagos al Rey en el desfile del 12-O

EFE
-

Sánchez es recibido por una sonora pitada, insultos y gritos de "dimisión" por parte de los asistentes cuando por la megafonía han oído su nombre

Aplausos al Rey en el inicio del desfile del 12-O - Foto: Chema Moya

La mejoría de la situación sanitaria ha permitido que la Fiesta Nacional haya recuperado este año la normalidad institucional con el desfile militar, donde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido abucheos y gritos de dimisión, y la recepción de los reyes en el Palacio Real.

Tras suspenderse ambos actos el pasado 12 de Octubre, han vuelto a celebrarse, aunque en un formato más reducido, al rebajarse a casi la mitad el número de soldados que han marchado por el Paseo de la Castellana de Madrid y el de invitados al besamanos del palacio.

Como ha ocurrido desde que Sánchez llegó al poder, su asistencia al desfile ha generado la protesta de algunos ciudadanos, verbalizada con gritos de "dimisión", "fuera" y "okupa".

El jefe del Ejecutivo llegó a la madrileña plaza de Lima poco antes de que lo hicieran los reyes y la infanta Sofía, lo que no impidió que los abucheos y pitidos sobresalieran a los aplausos a Felipe VI, algo que se reprodujo al final del acto.

Una reacción de queja dos días después de que Sánchez planteara su propuesta de descentralizar algunas instituciones y organismos del Estado para llevarlos a otras ciudades.

Por primera vez, han asistido al desfile las ministros de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, Irene Montero, Ione Belarra y Alberto Garzón, aunque el de Universidades, Manuel Castells, se ausentó después de que el Gobierno hubiera confirmado su presencia.

La cúpula de Defensa, los poderes del Estado y políticos de todos los partidos, entre ellos, el líder del PP, Pablo Casado, y el Vox, Santiago Abascal, arroparon a las Fuerzas Armadas.

En la tribuna de autoridades estuvieron todos los presidentes autonómicos, salvo las ausencias habituales del lehendakari, Iñigo Urkullu, y del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés.

También faltaron esta vez el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

El lema del desfile de este año ha sido "Servicio y compromiso", como reconocimiento al papel del Ejército durante la pandemia, en catástrofes naturales como Filomena, en la erupción del volcán de La Palma o en la evacuación de ciudadanos afganos.

Frente a los más de 4.200 soldados que participaron en el de hace dos años, esta vez lo hicieron 2.656, además de 68 aeronaves entre aviones y helicópteros y 115 vehículos, bajo la mirada y los aplausos de cientos de personas apostadas a lo largo del recorrido.

La anécdota la ha protagonizado la Patrulla Águila, que al dibujar los colores de la bandera de España al paso de sus aviones, uno de ellos ha dejado como estela un tono morado a semejanza de la enseña republicana.

Tras el acto castrense, la celebración de la Fiesta Nacional se ha desplazado al Palacio Real, donde los reyes han congregado a 150 invitados, mientras que hace dos años fueron unos 1.300.

Las ministras de Unidas Podemos también se han estrenado en el besamanos con don Felipe y doña Letizia, mientras que Castells y Garzón se han ausentado.

Montero, quien ha lucido en ambos escenarios una mascarilla con la bandera de apoyo al colectivo transexual, ha justificado la presencia de la formación morada en el palacio, a pesar de su rechazo a la monarquía, en que es una celebración de todos los españoles: "Hemos venido por responsabilidad. Es la fiesta de nuestro país".

Belarra, se ha pronunciado a través de un tuit para dejar claro que su deseo avanzar hacia "un horizonte republicano".

Tras los saludos en el Salón del Trono, los asistentes han departido por espacio de 45 minutos en el Comedor de Gala, si bien el cóctel se ha suprimido con el fin de que no se retiraran la mascarilla.

Algunos de los políticos han destacado la cordialidad que ha presidido la recepción, en la que los asuntos más candentes, como el recibo de la luz, la falta de acuerdo en la renovación en el órgano de gobierno de los jueces entre PSOE y PP o la situación del rey Juan Carlos han quedado en un segundo plano.

"Ha habido un ambiente distendido, pero protocolario, y de buen rollo", ha resumido el alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, en una conversación informal con periodistas al final del acto.

Martínez-Almeida ha dicho no tener constancia de que Sánchez y Casado se saludaran en la recepción.

Ambos se han pronunciado hoy vía tuit para ensalzar el 12 de Octubre.

Sánchez ha llamado a reivindicar a España como un país "acogedor, abierto" y "diverso", mientras que Casado ha apelado a combatir la "falsa leyenda negra contra la Historia de España", en alusión a quienes critican esta celebración.

Coincidiendo con el 12 de Octubre, la Plataforma de Medios Independientes (PMI) ha publicado una encuesta que refleja que en un hipotético referéndum, un 39,4 por ciento votaría por la república, frente a un 31 por ciento que se decantaría por la monarquía.

Según el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, los aplausos al rey y los abucheos a Sánchez denotan que "la monarquía es un símbolo político de la derecha y de la ultraderecha".

La portavoz del Govern catalán, Patrícia Plaja, ha definido el Día de la Hispanidad como "la efeméride de un genocidio", una fecha en la que "no hay nada que celebrar".