La Guerra Civil ha sido el argumento de una pléyade de libros de toda índole que han abordado el conflicto que dividió España entre 1936 y 1939, cuyas consecuencias ahondaron en una división quizá aún no superada más de ochenta años después del fin de la lucha. No es un tema fácil de abordar, y quizá menos para quien quiera debutar en la literatura, por eso quizá Benigno Santiño Calleja haya esperado hasta su jubilación, c para abordar este tema en sus primeras armas como escritor con la publicación de una bilogía que comenzó con 'Pulchra mors' (Ed. El Universo de los Libros, 2022) y que completa ahora con 'Memorias de noche y niebla' (2024).
Pero el escritor parte con ventaja en este debut, ya que ha heredado el talento literario de su familia. Su padre - el recordado periodista Benigno Santiño Segura- y su tío Antonio Santiño le mostraron el camino con su ejemplo en la prensa y en la radio local donde ambos fueron maestros de periodistas, Así, no olvida los consejos y enseñanzas de su padre y su tío, el primero por inculcarle la afición a la lectura que le llevó a autores como Salgari, y el segundo con el que compartió experiencias en prensa y radio que le llevaron a aprender un lenguaje periodístico que le ha sido muy útil a la hora de abordar este proyecto, para el que ha recurrido a la autoedición a la hora de difundirlo porque «las grandes editoriales apuestan sobre seguro y no dan oportunidades a autores noveles». Todo ello le llevó a embarcarse en la aventura de abordar un relato de la Guerra Civil en el que busca «hermanar a los dos bandos en la dignidad de la muerte», según sus propias palabras.
Si en el primer libro el protagonista es un joven corresponsal de guerra extranjero que sigue la huella del 'Chato de Ventas', un criminal de guerra en los primeros meses de la Guerra Civil, 'Memorias de noche y niebla' recupera el personaje, convertido ya en un prestigioso periodista tras su trabajo en España, que en esta segunda parte sigue pendiente de la actualidad en España desde su trabajo como corresponsal en la II Guerra Mundial, y regresa al lugar en el que labró su carrera. Santiño asegura que siempre se ha sentido atraído por la posguerra española, un periodo histórico que define como «triste y gris», y por los autores que han glosado esta etapa en sus novelas.
Así, señala que en ese periodo España «era un país en el que todo el mundo era perdedor, tanto los que habían ganado la guerra como los que la habían perdido entonces, lo que derivó en un tiempo de tristeza y de miseria moral y física espantosa», y asegura que ocho décadas después, «hay una especie de afán que tenemos unos y otros por no dejar este episodio de la historia en su sitio, quizá porque no hemos sabido hacerlo». «Creo que la Transición política cerró en falso este problema y hoy lamentablemente todavía hay centenares de familias que no pueden encontrar a sus seres queridos porque están enterrados en cunetas», asegura.
Santiño no olvida Segovia, y en su obra salpica referencias a lugares, personajes y paisajes vinculados a su tierra natal, centrados en el ámbito rural, donde uno de sus protagonistas - Antonio Guemes- procede de Escobar de Polendos. En el futuro, el escritor asegura que estudia la posibilidad de enmarcar un próximo trabajo en la provincia, que se plantea en clave policiaco, pero en su cabeza está ya la idea de completar su digresión literaria sobre la Guerra Civil con una tercera novela con la que cerrar el círculo de su particular relato.