Siempre que pasa por esa zona Virginia Rodríguez atraviesa la plaza de la Merced en lugar de hacer el recorrido más corto por la calzada. Es una de sus formas de disfrutar de la sófora japónica péndula que ha unido bajo un proyecto común a esta vecina del barrio, a varias instituciones y a los alumnos y profesores del colegio Fray Juan de la Cruz-Aneja. Y ya tienen su premio. Esa sófora japónica péndula que se abre paso entre otras especies en la Merced ha sido seleccionada como uno de los diez ejemplares que optan al título de Árbol de 2025 en España.

La vida está hecha de pequeñas decisiones que cambian destinos. Si Virginia no se hubiera detenido en un correo electrónico que recibió de la asociación Bosques Sin Fronteras, es probable que este árbol no hubiera estado nunca en el mapa de esta elección organizada con la colaboración del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfica que sirve de trampolín para el Tree of the Year, que engloba todas las iniciativas europeas de este tipo. La sófora japónica péndula de la Merced se ha hecho un hueco entre el pino centenario del Parador de Mazagón (Moguer, Huelva), La Carrasca de los Tocones (Peracense, Teruel), El Cajigo La Frontal (Puentenansa, Cantabria), Carrasca de Foz Calanda (Teruel), Carrasca de Blesa (Teruel), Encina de Artziniega (Álava), Carbayón de Cornellana (Asturias), Pino Juan Molinera (Abengibre, Albacete) y El Roblón de Coya (Asturias).

"Los otros ejemplares son pesos pesados pero ahí está nuestra sófora pequeñita, humilde y originalísima", señala Virginia Rodríguez, psicóloga jubilada pero con raíces muy pegadas a la tierra. "Mis abuelos tenían una una finca a las afueras de Madrid, que ahora es cerca de la M-30, y en esa finca regaba los árboles. Era un juego continuo. Luego también, por parte de mi abuelo paterno, que vivía en un pueblo de León, he vivido todo lo que era la siega a mano, llevar las vacas a pastar con los niños del pueblo…", cuenta esta madrileña de nacimiento que se trasladó a vivir a Segovia por motivos profesionales en 1978. Desde entonces disfruta de la simbiosis entre asfalto y naturaleza que propicia Segovia por la presencia en plena ciudad de espacios como los valles del Clamores y del Eresma.

Virginia Rodríguez, impulsora de la iniciativa, posa junto a la sófora. - Foto: N. S.

O como la plaza de la Merced, que conserva la superficie de tierra que parece querer desterrar el urbanismo del siglo XXI en favor de pavimentos de granito, plástico… "Ver a los niños jugando aquí con el agua de la fuente, haciendo sus charcos con la arena, es muy bonito", remarca Rodríguez. De esos juegos es testigo un árbol que pasa desapercibido para muchos pero que tiene una larga historia detrás. Rodeada por un cedro del Atlas, castaños de Indias, pseudoacacias, prunos, una tilia, plátanos de sombra y bolas de laureles cerezo y rosales, la sófora da la sensación de estar pidiendo turno para ser admirada. "Con sus 75 años es la más longeva de Segovia capital. Puede ser un símbolo o metáfora de la resiliencia porque, a pesar de los 'palos' sufridos, se mantiene hermosa y singular, adaptándose a las circunstancias y tirando hacia adelante. Nunca mejor dicho porque su rama se alarga hacía el centro del jardín", destaca Rodríguez.

La histórica nevada del día de Reyes de 2019 partió varias ramas del altaricón cedro de al lado que, a su vez, partieron todas las ramas menos una de la sófora. Esta, sin embargo, tiene ahora una peculiar fisonomía casi geométrica que la ha granjeado el cariño de los vecinos del barrio y de los enamorados de la Merced. Más de medio centenar escenificaron su apoyo a la candidatura como Árbol de 2025 con la fotografía que ilustra estas páginas, aunque más emotivo ha sido todavía el gesto del colegio Fray Juan de la Cruz.

Los niños de Infantil de este centro han elaborado un mural en sus instalaciones que evoca la sófora de la Merced y, junto a sus profesores, han escrito una carta de apoyo a la candidatura. "En estos años se ha convertido en un símbolo de lo que significa crecer en un entorno que valora y protege la naturaleza. En su singular rama y en su frondosa sombra, nuestros alumnos encuentran inspiración valorando su resistencia y su fuerza ante la adversidad del invierno", resaltan. Es habitual verles correr, jugar al balón o subirse a los columpios a pocos metros de esta sófora que es orgullo del barrio y de toda la ciudad. El Ayuntamiento ha dado su beneplácito a la presentación de la candidatura y la asociación Foro Geobiosfera ha aportado información para completar toda la documentación que exigía Bosques Sin Fronteras. Se puede votar por él hasta el 15 de diciembre en la página web www.arbolybosquedelaño.es, donde es necesario participar en las categorías de 'Bosque del año en España 2025' y 'Bosque urbano del año en España en 2025' para que el voto se haga efectivo. "Somos súper privilegiados con los espacios que tenemos en Segovia, pero no hay que bajar la guardia. Me dio mucha pena cuando se arregló la plazuela de José Zorrilla -no hay árboles-, en un pueblo de la provincia han quitado dos plátanos de sombra enormes que había en la plaza y lo que han hecho en la plazuela del Alcázar también me parece una aberración. Había arena prensada y han metido granito", se queja Rodríguez.