La asamblea diocesana de Frater Segovia eligió el pasado mes de diciembre a Natividad Martín Aceituno como nueva presidenta, reemplazando en el cargo a Basi Martín, que dirigió la entidad en los últimos siete años. Martín Aceituno, de 64 años, llega a la presidencia de Frater «nerviosa e ilusionada», según sus propias palabras, y asume el reto de llevar a cabo el programa que el equipo diocesano ha diseñado para los próximos cuatro años, marcado por hacer audible la voz de las personas con discapacidad en la sociedad segoviana.
La nueva presidenta de Frater llegó a la organización hace ocho años, cuando en 2015 aceptó la invitación de dos amigos y socios que le ofrecieron integrarse en ella. Desde entonces, ha ido conociendo la realidad de un colectivo que integra en la actualidad a más de medio centenar de socios a quienes les une el mensaje del Evangelio y la vertiente reivindicativa del valor social de las personas que padecen algún tipo de discapacidad.
Las líneas de trabajo que se ha marcado al frente de Frater Segovia se basan en la programación fijada por el equipo diocesano, que en los próximos años tratará de situar a la organización como una referencia de ayuda a las personas con discapacidad.
En este sentido, Nati Martín señala que Frater «tiene dos pisos de apoyo, y es bueno contar con un lugar en el que te puedan ayudar». Asimismo, Frater trabajará para promocionar el contacto personal entre socios, familiares y voluntarios, siendo la parte del voluntariado una de las que habrá que reforzar. Para ello, Martín Aceituno señala que «es importante que los segovianos puedan conocer nuestro trabajo y fruto de ello poder aportar su colaboración como voluntarios, donde les recibiríamos con las puertas abiertas».
En su vertiente más reivindicativa, la presidenta de Frater destaca la necesidad de que las instituciones sigan contando con la colaboración de esta asociación a la hora de elaborar planes de accesibilidad que hagan la vida más fácil a las personas con discapacidad, tal y como se ha venido realizando en los últimos años. En este sentido, precisa que esta colaboración tiene que extenderse también al ámbito económico, con el acceso a las ayudas y subvenciones que se establecen en esta materia. «Queremos que las instituciones nos hagan un poquito de caso», precisa Martín Aceituno.