«Les adelanto tengo intención de hacer un mercado de las flores». De  forma sorpresiva, el alcalde, José Mazarías, anunciaba así el pasado septiembre un nuevo proyecto para la ciudad que si todo sale bien podría estar en marcha en primavera, según fuentes municipales. La noticia llegó a la Asociación Botánica de Castilla y León y una representación de la misma se reunió hace unas semanas con el concejal de Sostenibilidad Ambiental, Gabriel Cobos, al que su presidenta, Berta Martín, le trasladó las líneas generales de un proyecto que, a juicio de esta entidad, «permitirá convertir a Segovia en uno de los principales motores del sector floral del sur de Europa».

¿Segovia convertida en una suerte de Ámsterdam castellana? En los micrófonos de Vive Radio Segovia, la responsable de esta asociación aseguraba que la ciudad lo merece y recalcaba las posibilidades como atractivo turístico unido al cultural y gastronómico.

La idea inicial. El regidor segoviano informó en septiembre de la adquisición por el Ayuntamiento de diez paradas de madera para otros tantos puestos, por un importe de 9.000 euros, con el objetivo de llevar a cabo mercados y ferias propias, de organización directa aunque su gestión pueda externalizarse. Fue entonces cuando dio a conocer esa idea inicial de utilizarlas para un mercado de flores a celebrar «una vez al mes, durante un sábado o un domingo por la mañana» en la Plaza Mayor o en su entorno, «acompañado por ejemplo de un concierto en el templete o de alguna otra actividad».

Supone «tener la ocasión de nuestras floristerías dispongan de ese espacio donde poder ofrecer a los segovianos esas flores que seguramente a todos nos gusta comprar en un momento dado», sostiene Mazarías, quien dice que en el gobierno municipal «tenemos mucho interés por el potencial del sector» y desarrollar iniciativas de la mano  de la citada asociación botánica como congresos, mercados anuales, exposiciones, cursos, etc.

Otra posibilidad apuntada por el alcalde es que los quioscos de prensa pasen a tener otros usos añadidos, entre ellos la venta de flores «porque creo que es una actividad que genera un buen retorno económico» y teniendo en cuenta que de las catorce concesiones que había, actualmente ocho están cerrados o en vías de hacerlo.

El concejal de Sostenibilidad, por su parte, ha explicado que, tras la reunión con responsables de la asociación botánica, en la que se dio a conocer un proyecto «muy por encima, muy genérico», está prevista otra reunión con la concejala de Turismo, May Escobar, por el enfoque de algunas de las propuestas, «aunque vayamos todos de la mano y nos complementemos».

Precisamente, Berta Martín confía en que después de las fiestas navideñas pueda tener lugar un nuevo encuentro con responsables municipales, tanto de Turismo como posiblemente también de Cultura, para abordar, además e un mercado floral, rutas botánicas, concursos de balcones ajardinados, etc.

«El proyecto está pormenorizado» sostiene la presidenta de esta entidad que integran profesionales como ingenieros agrónomos, de montes, biólogos y aficionados a la botánica de otras profesiones que integran distintos grupos de trabajo para fomentar el turismo botánico, la utilización de variedades tradiciones de cultivos y la lucha contra especies invasoras, jornadas de intercambio de semillas, publicaciones y estudios divulgativos de botánica y jardinería, promoción de la colaboración público-privada y desarrollo rural.

Sí reconoce Martín que las propuestas se pueden concretar «mucho más» cuando se conozca el compromiso económico del Ayuntamiento, así como la colaboración de colectivos como hosteleros, viveristas y paisajistas. «Ya tienen la propuesta sobre la mesa y espero que la valoren de cara a los próximos presupuestos municipales», añade.